
Discurso de Benedicto XVI a los obispos de Francia
Prensa | miércoles 24 de septiembre de 2008 | Sección: Religión, Sociedad
El poder de Dios se ha manifestado siempre en la debilidad. El Espíritu Santo ha lavado siempre la suciedad, regado lo árido, enderezado lo torcido.