Carta a los diputados de Chile
Cristián Warnken | lunes 22 de abril de 2024
¿Cuántos están dispuestos a esa entrega por la patria? No las pequeñas pymes en que se han convertido muchos partidos políticos.
¿Cuántos están dispuestos a esa entrega por la patria? No las pequeñas pymes en que se han convertido muchos partidos políticos.
Los DDHH son una especie de sucedáneo del fundamento extraviado (moral objetiva), por el cual clamaría el mundo actual.
Si reflexionamos sobre nuestras tradiciones, nuestra aristocracia, nuestras instituciones, vemos con claridad la impronta hispánica.
Se consuma así una traición al país al elegir a uno de los partidos más responsables de la crisis de 1973.
Su asesinato nos deja lo mejor y lo peor de Chile: el triunfo de la violencia y el amor a Chile, a su familia y a Dios.
Este es el ideologizado, rudimentario y débil sostén en base al cual el actual equipo de gobierno busca imponer y promover un modelo educativo no sexista.
La historia demuestra que el PC desde siempre han recurrido a la agitación de masas y al chantaje, llamado hoy “presión social”.
Durante cien años, los comunistas chilenos repitieron hasta la saciedad consignas “perfectas” y desplegaron teorías ortodoxas. Eran fascinantes.
Destruir un lugar de culto, según lo dicho, destruye muchísimo más que una construcción material. Atenta contra lo sagrado.
El futuro del país se balanceaba entre el rescate y el abismo, y lo que mantuvo el fiel de la balanza en su curso fue una delgada capa de funcionarios.