Un carabinero menos
Alejandro San Francisco | lunes 22 de abril de 2024
Su asesinato nos deja lo mejor y lo peor de Chile: el triunfo de la violencia y el amor a Chile, a su familia y a Dios.
Su asesinato nos deja lo mejor y lo peor de Chile: el triunfo de la violencia y el amor a Chile, a su familia y a Dios.
Destruir un lugar de culto, según lo dicho, destruye muchísimo más que una construcción material. Atenta contra lo sagrado.
El papel de la Iglesia en la construcción de la chilenidad ha sido monumental. Cuando los españoles vinieron a América, nos legaron su bien más preciado: la fe cristiana.
Los pastores hacen una biopsia que revela células malignas. Vida, propiedad e instituciones son las tres dimensiones en que lo nuestro está siendo destrozado.
La situación del país requiere del esfuerzo de cada uno de nosotros y de un compromiso por el bien común.
Repitamos mientras agitamos los ramos espirituales del alma: Bendito el que viene, como rey, en nombre del Señor.
La desesperación es grande, con un daño al país inmenso y probablemente irreversible. El Estado debe actuar para terminar con este flagelo y ahora.
El aborto nos divide en quienes creen que la dignidad humana es el fundamento de cualquier orden político justo, y los que creen que existen valores más importantes.
Hay que destacar el regreso de la Iglesia Católica como actor de la vida nacional, luego de años de silencio y un veto autoimpuesto por parte de muchos obispos.
La noción de “derechos humanos” en la actualidad constituye una especie de “religión laica” a la que nadie puede oponerse.