
Reglas para dirigirse bien en la vida
André Maurois | miércoles 1 de octubre de 2008 | Sección: Recomendados, Sociedad
Fragmentos de “Carta abierta a la juventud”
Fragmentos de “Carta abierta a la juventud”
El poder de Dios se ha manifestado siempre en la debilidad. El Espíritu Santo ha lavado siempre la suciedad, regado lo árido, enderezado lo torcido.
No resulta coherente el que alguien que siempre ha honrado la justicia, esté privado de libertad.
El Cardenal Cañizares destacó la enorme contribución del cristianismo a la génesis de lo que hoy se conoce como Europa.
Es imperativa una política poblacional positiva, que estimule la natalidad. Muy especialmente, hace falta una política familiar que favorezca el matrimonio y la familia e hijos.
Honor es el homenaje público que se rinde a quienes se destacan por su virtud. Si nuestros diputados no piensan mejor antes de tomar algunas de sus decisiones, su condición de honorables se limitará a ser recordada en chistes y bromas.
Durante la invasión soviética a Checoslovaquia, la fidelidad del comunismo chileno a la doctrina Brezhnev fue absoluta.
Él entregó su vida –fue al encuentro solemne con la muerte–, por esos bienes que llevaba consigo, amados sin mancha de egoísmo y simbolizados en esos objetos que portaba: Dios, patria y familia. El sabía que esos bienes eran, a fin de cuentas, los únicos por los que valía la pena vivir y, por eso mismo, los únicos por los que valía la pena morir.
La revalorización y veneración de un sentido riguroso del deber funcionario, como eje del servicio público, tiene así su más calificado ejemplo y precedente en Arturo Prat, el marino-héroe, sí, pero también el abogado que cumple con entusiasmo sus obligaciones hacia la sociedad.
¿Le cabe alguna duda a la inmensa mayoría de los oficiales de la Armada en retiro, incluidos los injustamente procesados y vejados, que el alto mando está actuando con recta conciencia y con la prudencia del comandante en momentos de combate?