La terrible realidad del aborto
Equipo Derecho a Vivir | martes 23 de diciembre de 2008 | Sección: Vida
Creemos que ha llegado el momento de abrir los ojos a la terrible realidad del aborto. Lo advertimos: son vídeos extremadamente duros.
Creemos que ha llegado el momento de abrir los ojos a la terrible realidad del aborto. Lo advertimos: son vídeos extremadamente duros.
Se han roto los consensos básicos sobre los que apoyar la convivencia y se han establecido unos nuevos, que más que fomentar el diálogo, atrincheran las ideas.
Si ser consecuentes fuera un valor absoluto, bastaría con que cada uno se inventara la moral que más le acomode… Debemos rechazar la concepción de que ser consecuentes con lo que pensamos equivale a ser buenas personas.
Lo que está en juego, en el fondo, es la cuestión de si hay alguna esperanza para el hombre, más allá de la destrucción total. Lo que nos va en este debate, es la vida. Ni más ni menos.
Hasta ahora, no es evidente que el país cuente con un candidato que cumpla los requisitos deseables para tan alta magistratura. ¿Cuáles pueden ser estos? Principios claros y consistentes, una visión del país y su desarrollo futuro sustentados en los mismos y una comprensión de la realidad nacional que no sea pura o casi exclusivamente económica.
Abunda el optimismo, la seguridad, la confianza, porque existe una clara posibilidad de “ser” gobierno… sin embargo se descuidan las Universidades, los sindicatos, las asociaciones gremiales y profesionales
Millares de almas sencillas están “como ovejas sin pastor”, sumergidas en un confusionismo galopante, que les afecta seriamente a su vida de fe y les lleva al abandono de su práctica cristiana o al indiferentismo religioso.
No es la ciencia la que se enfrenta a la fe en Dios. El problema es que los materialistas intentan vendernos como ciencia lo que no es sino su pobre lectura de la misma.
Es necesario resistir ante los intentos de excluir la religión de la vida pública. Un par de libros de reciente publicación reflejan la presión cada vez mayor para rechazar cualquier papel de la fe en la vida pública.
Hablar de sexo y de amor con los hijos es tan necesario como complicado. La bióloga Leda Galli explica en su libro como el cuerpo tiene su lenguaje sapiencial, y para entenderlo basta quererlo leer.