El Ocaso de Chile – Parte 1: Cultura
Felipe Ignacio Díaz Aguirre | martes 25 de noviembre de 2025
El gabinete Aylwin fue un peldaño para la encarnación de la advertencia de Guzmán: Chile llenó sus bolsillos, pero se quedó con el alma vacía.
El gabinete Aylwin fue un peldaño para la encarnación de la advertencia de Guzmán: Chile llenó sus bolsillos, pero se quedó con el alma vacía.
“Nadie desea con más fuerza que yo un Chile sólido y cuerdo, un Chile de política inteligente y, sobre todo, coherente que amar y obedecer”.
Los liberales han sido desplazados por unos muy desiguales tres bloques que redefinen la política chilena.
Mi victoria fue la derrota de la izquierda chilena, reducida a menos del 30%. Es una trifecta: fracasó su gobierno, su relato y su candidata.
El desafío inmediato no admite ambigüedades: asegurar un triunfo amplio de Kast frente a la candidata del Partido Comunista.
Quien sea el próximo presidente tendrá que estar a la altura del Ministro o de Manuel Montt.
¿Que esto se encuentra alejado de las vitales disyuntivas de estos días? Sí y no. El país no consiste solo en las urgencias del momento.
Más allá de los resultados electorales, el gran desafío del país es reconstruir la confianza y la dignidad del diálogo.
La oposición debe ponerse de acuerdo, dejar atrás disputas pequeñas frente a las grandes emergencias nacionales.
Cuando la academia se vincula con su entorno, el desarrollo deja de ser declaración y se convierte en construcción colectiva.