Reproducimos a continuación la carta recibida del Sr. Leonardo Jeffs Castro a propósito del artículo de Gonzalo Rojas sobre la conmemoración de los 40 años desde la toma de la Catedral de Santiago. El artículo original lo publicamos en estas mismas páginas en agosto pasado. Para volver a leer el artículo de Rojas, puede seguir el siguiente vínculo: https://viva-chile.cl/site/2008/08/la-catedral-tomada/
Señor
Gonzalo Rojas Sánchez
Presente
De mi consideración:
En el transcurso del mes de agosto llegó a mi poder un artículo que Ud. escribió a propósito de los cuarenta años de la Toma de la Catedral de Santiago de Chile.
En mi condición de partícipe de dicha toma, y luego Presidente del Movimiento Iglesia Joven, derivado de ella, debo manifestar a Ud. que muchos de sus comentarios son injustos e incluso injuriosos. Ellos afectan, incluso a personas que ya han fallecido y que, por consiguiente, no tienen la oportunidad de decir su palabra al respecto.
Me extraña sobremanera que Ud. ejerciendo el oficio de historiador no se haya dado el trabajo de consultar diversas fuentes, y solo se haya basado en un libro el de Teresa Donoso Loero, abiertamente prejuiciado respecto de los cristianos que hemos adherido al socialismo, y que no se haya dado el tiempo para conocer de boca de algunos de los protagonistas de la Toma sus motivaciones.
Ud. con su artículo ofende a los que participamos en dicha acción, entre los cuales destaca, entre otros, la figura de hombres de la talla de Clotario Blest cuya entrega al servicio de los trabajadores es motivo de admiración por su consecuencia, y de sacerdotes como Ignacio Vergara Tagle de la Compañía de Jesús, que fue uno de los siete sacerdotes, y no nueve, que estuvo involucrado en dicha acción y que se destacó por su profunda espiritualidad y vida como sacerdote obrero.
Ud. critica que los hermanos Parra hayan interpretado en la Catedral el Oratorio para el Pueblo. ¿Me puede decir que tiene de malo ello? ¿No tienen derecho a escribir y dar música a una obra de profundo contenido religioso, porque ellos se identificaban con la izquierda marxista? Durante la Toma jamás dejó de considerarse el valor de la Eucaristía, prueba de ello fue la concelebración que allí se llevó a cabo.
Por cierto la Toma se producía por cierto malestar que teníamos un grupo de cristianos respecto de la conducción y ciertas conductas en la Iglesia. ¿La crítica es algo que está vedado al pueblo creyente? ¿Acaso no lo hizo Pablo respecto de Pedro en los inicios de la Iglesia?
Ud. critica que se hayan colocado lienzos al interior de la Catedral con las figuras de Camilo Torres Restrepo y Ernesto Guevara de la Serna. ¿Podría precisar donde está lo malo de ello? Será, talvez, por que ellos optaron por la vía armada para impulsar cambios de estructura en América Latina, para que se terminara con la violencia institucionalizada que sojuzga a las grandes mayorías de pobres y explotados. Conviene que Ud. recuerde que existe una antigua doctrina en la Iglesia que plantea que la violencia se justifica cuando existe una tiranía evidente y prolongada, que se ha hecho todo lo posible por las vías pacíficas para ponerle fin, y, por último, si se tiene un cierto grado de certeza de lograrlo. Ese planteamiento lo reforzó, en 1967 Paulo VI en su Encíclica Populorum Progressio y la Jerarquía Católica en Nicaragua para poner término a la dictadura somocista, la que abrió paso a la Revolución en dicho país.
En los 60 y en los 70 muchos jóvenes cristianos admirábamos la entrega y el espíritu de sacrificio, con su disposición a dar la vida por los demás, por parte de Camilo Torres, sacerdote colombiano reducido al estado laical, y del médico argentino-cubano Ernesto “Che” Guevara.
Ud. elogia, hoy en día, a sacerdotes que se destacan en el campo de la literatura y en el de la bioética, me parece digno de aplauso, pero más si un sacerdote o un laico se dedica al servicio de los más postergados de la sociedad. No debe olvidar que por eso seremos juzgados el día postrero.
Lo invito a que podamos conversar respecto de la Toma, sus motivaciones y sus implicancias, como también a debatir públicamente sobre nuestras visiones del cristianismo.
A la espera de su respuesta, reciba mi fraternal saludo,
Leonardo Jeffs Castro
Profesor de Estado en Historia y Geografía
Ex Presidente del Movimiento Iglesia Joven