Reforma de la educación superior

Ignacio Sánchez | Sección: Educación, Política

#02-foto-1Existe consenso en que la reforma de la educación superior es vital para el desarrollo del país. La voluntad mayoritaria de todos los actores ha sido aportar a su pensamiento, redacción e implementación. La ministra de Educación ha pedido una mayor participación y aporte con propuestas en beneficio de un mejor proyecto. Sin embargo, esta voluntad contrasta con la falta de documentos a discutir. Luego de que se filtraron minutas, el ministerio ha solicitado comentarios formales, los que solo han podido evaluar el escaso y superficial material que se conoce. Para sorpresa de todos, después de las expectativas creadas, en esta semana la ministra ha informado que próximamente se le presentará el documento a la Presidenta, para su envío al Parlamento.

Ciertamente, esta no es la mejor forma de conducir un proceso de tanta relevancia para el país. Ha faltado una visión de presente y futuro con mirada de largo plazo. Debido a que la información del ministerio se ha ido entregando de manera muy parcial, los diferentes grupos han defendido sus legítimos intereses, con ausencia de un diálogo productivo y de bien común. Esta falta de discusión con el ministerio ha sido transversal, entre los profesores, estudiantes y funcionarios, lo que también ha afectado a la postergada educación terciaria técnico-profesional.

Hasta la fecha, solo hemos conocido minutas iniciales en institucionalidad, regulación del sistema y acreditación. Ellas reflejan una falta de comprensión del sistema, un riesgo evidente para la autonomía de las universidades y un exceso de regulación que terminará asfixiando a todas las instituciones. Aún más incomprensible es que todavía no se conozca la propuesta básica de financiamiento -institucional y estudiantil-, la que es crucial para poder evaluar los énfasis y prioridades del proyecto de ley.

En resumen, no se ha cumplido el compromiso de realizar un debate productivo y fecundo en la etapa prelegislativa. Con los documentos conocidos, desde la UC hemos realizado críticas y propuestas. Así también, la Red G9 ha manifestado su preocupación, ya que la propuesta no valora el aporte presente y de futuro a lo largo del país de las universidades públicas no estatales.

Como ha indicado la ministra, el proyecto se va a discutir ampliamente en el Parlamento; sin embargo, creemos que era importante para su discusión y avance haber podido llegar a esta etapa con un mayor conocimiento y consenso. Lo que corresponde ahora es realizar un diálogo amplio y respetuoso, con sentido de futuro y de bien común. Es importante analizar de manera extensa y profunda esta reforma, estimulando una gran participación de la comunidad, ya que es clave para el desarrollo integral de nuestra sociedad.

Nota: Este artículo fue publicado originalmente por El Mercurio de Santiago.