La acusación que Evelyn Matthei ha dirigido a José Antonio Kast en el sentido de que éste último le estaría haciendo una contra campaña “asquerosa” tratando de presentarla a ella como una persona afectada por la enfermedad de alzheimer, es harto patética. Es imposible no ver en esta acusación un intento de explicar por qué Evelyn ha retrocedido tanto en las encuestas, hasta el punto de que, después de haberlas encabezados por meses, ahora se encuentra relegada a un cada vez más lejano tercer lugar.

Es decir, Evelyn no quiere reconocer sus propios errores y, en vez de eso, le achaca la culpa a un competidor a quien acusa de flagrante mala intención.

Es cierto en que las campañas políticas se entremezclan buenas armas con otras que no lo son tanto. Pero, de ninguna manera, en este caso al menos, se puede acusar a estas últimas armas de lo que le sucede a Evelyn Matthei. De lejos, ha sido su propia indefinición lo que ha provocado su colapso.

Sucede que la situación del país exige definiciones perentorias, por ejemplo, de respaldo sin reserva a nuestra policía y a nuestras FF.AA en el combate contra la delincuencia y el terrorismo; de respaldo sin reserva a la política económica iniciada por el gobierno militar para superar el decaimiento de nuestra economía. También, de reconocimiento a nuestra historia para agradecer a nuestras FF.AA y Carabineros por haber rescatado a Chile de las garras del marxismo internacional en 1973; y para exigir una verdadera justicia para nuestros militares procesados y condenados por causas denominadas de “derechos humanos” y que, muchas veces, no son más que instrumentos de venganza contra ellos.

Evelyn Matthei deja la impresión de vivir en medio de sueños que poco y nada tienen que ver con nuestra realidad. No ha sido de extrañar entonces cómo mucha gente le ha retirado su apoyo para entregárselo a candidatos como José Antonio Kast y Johannes Kaiser, mucho más comprometidos con soluciones efectivas a los problemas reales que afectan a nuestro país y a quienes lo habitamos. Y no va a recuperar esos votos con acusaciones como estas últimas que acaba de formular.

En definitiva, este paso que ha dado Evelyn Matthei puede serle muy contraproducente, hasta el punto de significar un verdadero “hara-kiri” en su campaña. Lo grave sería que esta trifulca encendida entre quienes se alinean más o menos al mismo lado en el espectro político pudiera terminar provocando un colapso de todo el sector. Por eso, es imperioso contenerla.

Nota: Este artículo fue publicado originalmente por el autor en sus redes sociales el sábado 19 de julio de 2025.