Iván Poduje: el valor de la independencia
Gonzalo Ibáñez Santa María | Sección: Política, Sociedad
En las recientes elecciones que tuvieron lugar en el mes de octubre recién pasado, hubo varias figuras que destacaron, para bien o para mal, en la inmensa maraña de candidatos entre los cuales los electores tuvimos que optar. Una de esas figuras destacadas, y muy para bien, fue la de Iván Poduje, candidato independiente a la alcaldía de Viña del Mar.
Conocido arquitecto y urbanista, su identificación con Viña del Mar y con la Quinta Región lo impulsaron a presentar su nombre como una opción al cargo de alcalde. Lo hizo a la vista de los innumerables problemas que enfrenta esta ciudad y la prolongación de ellos más allá de todo límite explicable. Por su formación y preparación profesional, Iván Poduje sintió la llamada de angustia que brotaba de las entrañas de Viña del Mar y decidió responderla afirmativamente. Así fue como comenzó la campaña destinada a recolectar las firmas necesarias para presentar su candidatura de una manera de efectiva independencia.
Varios partidos, de oposición al actual gobierno del país, decidieron de manera libre apoyarlo sin condiciones y para lo cual algunos, incluso, bajaron candidaturas que ya estaban proclamadas o en vías de ser proclamadas. Pero este apoyo no cambió para nada el carácter independiente de la candidatura Poduje. El cual se manifestó sobre todo en su proyecto para la ciudad. Un proyecto que denotaba un conocimiento acabado de las dificultades que ésta enfrenta y un acentuado profesionalismo para encararlas. Fue así como Poduje expuso su plan sobre cuatro bases:
- a) La protección y perfeccionamiento del carácter turístico de la ciudad de manera sobre todo de asegurar un empleo digno para todos los viñamarinos y viñamarinas;
- b) El desarrollo social para asegurar una mejor calidad de vida, sobre todo para los sectores más vulnerables de la ciudad. Mejoramiento, por lo tanto, de la infraestructura deportiva; mejoramiento de la educación y salud municipales; enfrentamiento, en forma decidida, del grave problema de las tomas y ocupaciones ilegales;
- c) Ocuparse seriamente de la reconstrucción de todos los barrios y sectores devastados por los últimos incendios y así asegurar una condición de vida digna para las innumerables víctimas que estos dejaron;
- d) Ocuparse seriamente de la seguridad no sólo fortaleciendo los cuerpos policiales sino haciéndose cargo de las condiciones y circunstancias que promueven la delincuencia como la proliferación del comercio callejero e ilegal que ha llegado a ocupar inmensos espacios públicos de la ciudad, veredas y paseos, la calle Valparaíso y la Av. Perú entre otros.
Contrastaba esta propuesta con tanta promesa electoral vacía de contenido y con la inoperancia de las últimas administraciones municipales. Viña del Mar, una ciudad que bien administrada puede mantenerse a sí misma y progresar ofreciendo una mejor calidad de vida a sus habitantes, está, sin embargo, postrada decayendo a ojos vistas.
La candidatura de Iván Poduje fue así un campanazo de alerta acerca de la situación de Viña del Mar. Le faltó tiempo para hacer oír su voz hasta en el último rincón de la ciudad y por eso, esta vez al menos, no alcanzó a reunir todo el apoyo necesario para triunfar. Pero quedan a la vista sus ideas y planes y su decisión de seguir colaborando para que Viña del Mar salga adelante. Probablemente sea necesario, a la vez, preocuparse de comunas vecinas, como Valparaíso, cuyo destino está indisolublemente unido con el de Viña del Mar.
Hay, así, una formidable tarea por delante que estamos seguros Iván Poduje acometerá con la notable resolución, inteligencia y fortaleza de que ha dado testimonio en el ejercicio de su vida profesional.
Nota: Este artículo fue publicado originalmente por El Líbero el sábado 9 de noviembre de 2024.




