A REcuperar Chile

José Tomás Hargous Fuentes | Sección: Historia, Política

Tras más de ocho años de espera y trabajo, José Antonio Kast es el Presidente de Chile. Con orgullo puedo decir que me cuento entre quienes lo apoyamos desde que anunció su renuncia a la UDI en 2016 con el objetivo de iniciar una campaña presidencial. En ese entonces, muy pocos miles de chilenos acudieron al llamado de Kast, mientras que la mayoría del electorado de derecha seguía anclada en las lógicas a las que nos acostumbró Chile Vamos, de esconder las propias convicciones y claudicar de ellas con temor a que la izquierda los califique de fascistas y les bloquee cualquier intento de hacer bien al país. 

Hace más de ocho años, José Antonio se rebeló contra esa lógica entreguista, y comenzó por sentar como base algo que hoy parece pequeño, pero que en ese entonces era un gran salto: que “Para Volver a Creer”, había que hablar con “La Pura Verdad”. En aquella elección, Kast convocó a más de medio millón de votantes, lo que equivalía al 8% de los votos. No se cumplía la meta de pasar a la segunda vuelta, pero se sembraban las semillas que este domingo terminaron por dar fruto. Cuatro años después, con esa base ya establecida, nos invitó a “Atr[e]ver[nos]” y sumarnos a un proyecto convocante y de mayoría, en torno al Frente Social Cristiano. Pasaría como primera mayoría a segunda vuelta –quedando la centroderecha en un paupérrimo cuarto lugar– y en el balotaje alcanzaría una de las más altas votaciones de la historia republicana, pero fue insuficiente para derrotar a Gabriel Boric. 

Entre medio de ambas elecciones, no dejaría de recorrer Chile, conociendo los dolores de las personas, para dar forma al programa de gobierno que este domingo derrotó aplastantemente a la candidata del comunismo. También, tendría una primera aunque fallida experiencia en lo público –el segundo (tercer) proceso constitucional–, donde se tomó nota y los aprendizajes se notaron en esta elección, con Kast maduro, con carácter más presidencial, pero que recordaba al tranquilo diputado que en 2017 iniciaba su primera aventura presidencial. Entre medio, sería el único en rechazar la extorsión del 15 de noviembre de 2019, y comenzaría, desde entonces, a liderar el rechazo al proyecto refundacional de la izquierda, que sería derrotado por casi ocho millones de chilenos en septiembre de 2022, hito que todo parece indicar que se convertirá en el clivaje de los próximos años.

Este año, Kast volvió a convocar a “La Fuerza del Cambio”, frente a los agoreros que decían que ya había pasado su hora y que debía dar un paso al costado. Si bien quedaría segundo en la primera vuelta, los apoyos de Chile Vamos y el Partido Nacional Libertario hacían inapelable el triunfo en segunda vuelta frente a Jeannette Jara. Y así fue. De paso, rompió varios récords que son dignos de destacar. No sólo es el Presidente más votado de la historia de Chile en números absolutos y ganó en todas las regiones del país, sino que también logró unir a prácticamente todos los casi ocho millones de chilenos que dijeron Rechazo al “mamarracho”, empujado por el actual Gobierno como el marco constitucional que le permitiría dar cumplimiento a su programa y que, en consecuencia, representaba de cuerpo entero su visión de país. También, podemos decir sin exagerar que es el Presidente de derecha con mejor votación no sólo desde 1989, sino que de la historia con elecciones presidenciales directas con excepción de los Presidentes del período parlamentario.

La unidad en torno a José Antonio Kast no sólo puede decirse en términos numéricos de sufragios; con una diferencia de alrededor de seiscientos mil votos entre el plebiscito de 2022 y el ballotage, en ambos se encantó a alrededor del 60% del país. Pero también unió a las fuerzas del Rechazo en función de los apoyos de partidos y líderes, desde el ex Presidente Frei y dirigentes del Partido Radical hasta Johannes Kaiser y el Partido Nacional Libertario, pasando por los partidos de Chile Vamos, Amarillos y Demócratas. Como decíamos en nuestra última columna, el hoy Presidente Kast fue capaz de dar unidad no sólo a la derecha, sino que al país. 

En unos pocos meses, el Presidente Kast se encontrará con un Congreso que, rozando la mayoría, le permitirá –haciendo las negociaciones correspondientes–, impulsar los cambios que el país necesita para REconstruir nuestras instituciones y REcuperar Chile. No lo tendrá fácil, porque el octubrismo sigue despierto y buscará –como ya lo ha hecho estos días– causar estragos al Gobierno de Emergencia y unidad nacional que encabezará Kast. Este no fue el punto de llegada, sino que una nueva parada en una carrera que lleva ocho años de trabajo, para devolver a Chile a la senda del progreso integral. Manos a la obra.