Pequeños, pseudointelectuales y poco inteligentes
Magdalena Merbilháa | Sección: Política
Esta semana ha seguido la polémica de “la pequeñez” evidente de algunos sectores de derecha que han puesto “condiciones” para apoyar alguno de los otros candidatos del sector en caso de no pasar ellos a segunda vuelta. Eso es no entender a quien se tiene al frente. No se puede ser tan “infeliz” de poner en riesgo a Chile por “gustitos” de intentar, cual niño chico, dejar a algunos fuera. Propio de la cultura del bullying. Por otro lado, la candidata de Chile Vamos insiste en “golpear” a quienes debieran estar en la misma vereda. Esta vez desde un video que francamente es vergonzoso. Pareciera ser que la candidata insiste en enterrarse y quedarse sin ninguna opción. Mientras tanto, la carrera actual parece claramente haber cambiado las posiciones, lo que ha puesto nerviosos a varios.
No han faltado los epítetos de “supuestos altos intelectuales” quienes, hablando desde el Olimpo, alertan del peligro del “candidato de última milla” haciendo alusión al terraplanismo y a las creencias anticientíficas de la supuesta “ultraderecha” mundial. Kaiser “los tiene locos”. Se advierte de una elección de dos extremos añorando un supuesto centro perdido. De hecho, Ignacio Walker afirmó que si Johannes Kaiser pasa a segunda vuelta, Jeannette Jara será Presidenta de Chile y contará con su voto. El nivel de ignorancia y falta de responsabilidad es total. Walker dice que Kaiser es una especie de “neonazi”, cosa que no es. Los Nazis eran estatistas y Kaiser es un libertario, es decir agua y aceite. Jara, por su parte, es abiertamente y completamente comunista y a Walker eso no le importa. Está dispuesto a votar por alguien que milita en un partido antidemocrático cuya aplicación en la historia han costado, al menos, 150 millones de muertos, es decir, los mayores violadores a los derechos humanos por lejos. Walker se dice democrático y cristiano, pero está dispuesto a apoyar a quien representa la antítesis de eso. La ignorancia y la estupidez son atrevidas.
Hay que comprender que el concepto de “terraplanismo”, es una invención panfletaria del siglo XIX del británico Samuel Birley Rowbotham. Esta idea fue comprada por ignorantes y ha servido para hacer mala prensa ideológica a la mal llamada Edad Media. No es un término que nadie serio pueda usar, ya que se construye desde una falsa premisa y ciertamente un pequeño error al principio termina por ser un grave error al final. Es un término ideológico que busca vilipendiar a quien piensa distinto ayer y hoy. El mundo medieval no era oscurantista, ni fanático como se ha intentado establecer. Hoy, frente a la reinauguración de la Catedral de la Notre Dame de París, no se nos puede olvidar que el llamado medioevo creó el arte más sublime de occidente, el gótico. Esos hombres supuestamente “oscurantistas” hicieron cálculos de ingeniería que aún asombran y lograron lo imposible, “tocar el cielo” con una belleza sublime. Esos hombres sabían que la tierra era redonda y no eran terraplanistas. El mito supone que el primer hombre moderno fue Colón, cosa totalmente falsa. Hay muchísimos mapas medievales con la tierra redonda y comúnmente se dibuja a Dios con un compás creando el mundo. Hasta donde sabemos, con un compás no se dibuja un triángulo. Muchos mapas medievales dibujan además hombres arriba y hombres abajo lo que implica una concepción esférica. Ciertamente no conocían muchas cosas, pero sí las esenciales. Eran coherentes, entendían la realidad en su verdadera dimensión y no desde su ombligo. Sabían que ellos no eran la medida de las cosas y aceptaban la existencia de un bien y un mal objetivo.
Teniendo eso en cuenta, el mal objetivo, analizado desde la aplicación de ideas en la realidad que han generado funestos resultados una y otra vez, la candidata comunista representa el mal a todas luces. Calificar la política de los acuerdo como buena en sí, es hacer un pésimo análisis de los que le ha sucedido a Chile. Fue el acuerdo de eliminar el binominal el que complicó e imposibilitó la buena política. Fue la Reforma Tributaria de Bachelet la que frenó el país y fue la reforma educacional la que destruyó la educación pública y complicó la vida de la educación subvencionada. Hoy, la educación es peor y la eliminación del mérito arrasó con la posibilidad de ascenso real. Estas reformas contaron con los votos de la “supuesta derecha”. No todos los acuerdos son buenos. Es el excesivo “buenismo” que muchos comulgan el culpable de tantos errores basados en “buenas intenciones” que le han costado tan caro a Chile. Son esos errores y falta de rumbo lo que hace que las personas busquen claridad y honestidad, lo que no es extremo, es normal. Ciertamente la derecha liberal se desdibujó, la Democracia Cristiana se perdió y quienes han hecho estos comentarios igualando los extremos son ejemplo de eso. El wokismo les nubló la mente y la estupidez no ayuda, es esencial volver a la cordura y dejar de maquillar la realidad, ya que ésta es real y se aparece a la corta o a la larga. Jara es un peligro a todas luces y evitar que llegue a La Moneda debe ser el principal objetivo de cualquiera que se diga democrático.
Nota: Este artículo fue publicado originalmente por El Líbero el martes 11 de noviembre de 2025.




