Kast, garante de la unidad en la derecha

José Tomás Hargous Fuentes | Sección: Política

Ya hace más de una semana que José Antonio Kast, a la cabeza del septiembrismo, superando lo mostrado por las encuestas, casi empató a Jeannette Jara en primera vuelta. Eso, sumado a la fuerza de las tres derechas, ha dejado al postulante de la Fuerza del Cambio como virtual Presidente de la República. 

Sin embargo, la batalla todavía no termina y hay que hacer todos los esfuerzos en el balotaje, considerando que en primera vuelta quedamos segundos, es decir, con una diferencia que remontar. En cuatro años se han visto varios aprendizajes, tanto en Chile Vamos como en el Partido Republicano, y en el novel Nacional Libertario. 

Primero, que había que plegarse completamente, sin exigir condiciones irrisorias que desdibujaran la identidad del candidato ganador. Esto en parte se debe a que Jara es peor que Boric, y el miedo a un comunista en el poder es siempre mayor. Al contrario de lo sostenido por Carlos Peña, el comunismo “es cosa seria”. Pero también el quinto lugar de Evelyn Matthei, peor al cuarto de Sebastián Sichel, y la hegemonía de Republicanos en la Cámara de Diputados, han dejado fuera de discusión el liderazgo de la derecha por parte de José Antonio Kast. 

En ese sentido, y como decíamos la semana pasada. Una de las grandes noticias de la primera vuelta fue la muerte del noviembrismo. De hecho, si el recurso que interpusieron ante el TRICEL no prospera, Evópoli será disuelto luego de esta elección, lo que facilita enormemente el trabajo conjunto entre Republicanos y Chile Vamos.

Eso es lo que hemos podido ver estos días. En vez de partidos exigiendo correcciones del programa ganador, hemos visto comisiones intercoaliciones trabajando los puntas de lanza de esta campaña, concordando diagnósticos y discutiendo propuestas. En el caso de la comisión de economía, Klaus Schmidt-Hebbel destacó su confianza plena en el criterio de Jorge Quiroz, el jefe programático de Kast, y constató “el 100%” de coincidencia en el diagnóstico. Eso es una excelente noticia. 

Al mismo tiempo, los partidos de Chile Vamos han mostrado conciencia de que son el vagón de cola de un proyecto más grande, sin el cual sus ideas no llegarán a puerto. El descenso de los dos partidos grandes en el Parlamento les dio un bálsamo de agua fría que ha facilitado ese plegamiento al comando republicano.

Otro gran aprendizaje de esta campaña es que la moderación y la convocatoria son dos elementos que no tienen nada que ver. Ya vimos que Evelyn Matthei, como Sichel, alejó a los propios y no convocó a los ajenos. Pero también hemos visto cómo lo que atrae es la defensa de la propia convicción, al mismo tiempo que una empatía con los anhelos y dolores ciudadanos. 

Eso es lo que ha transformado a José Antonio Kast en el líder de la derecha. Y esperamos que le dé el margen suficiente para convocar a todo el país, derrotar por tercera vez al comunismo y empezar la tarea de REconstruir y REcuperar Chile.