Empezando la reconstrucción

Juan Pablo Zúñiga Hertz | Sección: Política, Sociedad

Ya corría el año 2022 cuando era posible advertir que el péndulo del estado mental de las sociedades occidentales ya estaba empezando a venir de vuelta. Síntoma claro de ello en nuestro país es que las candidaturas más fuertes no son precisamente las que optan por el continuismo progresista. Sin ir más lejos, la segunda vuelta boliviana sin candidatos de izquierda y la reciente victoria de “La Libertad Avanza” de Milei, muestran el resultado del fastidio general hacia las izquierdas en todas sus formas y sabores.

En los EE.UU. se ve exactamente lo mismo. Personas que abiertamente no votaron por el presidente Trump y que ofrecían una oposición a ultranza, hoy en día están empezando a reconocer que tan equivocado no está el presidente, independiente que su estilo personal no sea de su gusto.

Lo mismo estamos viendo en Chile. Las caricaturas elitistas con las que pintaban a José Antonio Kast en las elecciones pasadas, ya no funcionan y, por lo demás, no les interesan a los ciudadanos que están más interesados en soluciones y en que nos demos el gran gustazo como país de sacar de una buena vez a esta patota de pelafustanes.

Como hemos venido advirtiendo, tenemos que ser pacientes. Una cosa es arrancar el tumor, y otra muy diferente es recuperar el estado de salud. El 16 de noviembre tenemos la alternativa real de que cada chileno tome en su mano el bisturí electoral que nos permita extirpar este cáncer que nos aqueja. Esta cirugía es el comienzo de una terapia intensiva que nos permita recuperar la salud como nación para luego comenzar a reconstruir.

Por ello, ganar es el primer paso. El segundo será en marzo de 2026 hacer una evaluación de los daños catastróficos que hizo el cáncer progresista. Lo tercero será tomar las drásticas medidas que todos sabemos que van a venir. Recién lo cuarto será reconstruir. Y esa tarea nos llama a todos.

No es necesario ser políticos o estar en cargos estratégicos como para cambiar el curso de una nación. Los grandes cambios comienzan con pies de palomas. Como tal, nos cabe a todos poner de nuestra parte para reestructurar y recuperar nuestro país.