Chile: Aprendiendo de la Historia

Gonzalo Ibáñez Santa María | Sección: Historia, Política

Durante el pasado mes de septiembre conmemoramos un nuevo aniversario del pronunciamiento militar que tuvo lugar el día 11 de ese mes en 1973. Y, en octubre, del estallido de violencia que comenzó el día 18 de ese mismo mes, pero en 2019. 

En la primera de esas fechas el país actuó, por intermedio de sus Fuerzas Armadas y Carabineros, para poner término a la situación de caos por la que atravesábamos entonces y al afán que dominaba al gobierno de Salvador Allende, de someter a nuestro país para convertirlo en una segunda Cuba y en un lacayo de la Unión Soviética. Los chilenos no quisimos perder nuestra libertad y nos la jugamos para mantener al país en el concierto de las naciones civilizadas. Fue, sin duda una experiencia traumática. Hubo abusos de poder por parte de nuestros uniformados que deben ser juzgados, por supuesto, pero sin perder de vista el contexto en que ellos se cometieron. Y sin perder de vista lo que se obtuvo durante los años del gobierno militar: Chile entró en una senda de desarrollo única en su historia. De hecho, pasamos a ser el primer país de nuestro continente después de haber, por décadas, marchado al final. Llegamos a ser así un país muy seguro que ofrecía a sus habitantes un futuro de paz y de prosperidad.

El 11 de marzo de 1990 recomenzaron en Chile los gobiernos civiles. Estos, sin inmutarse, continuaron las exitosas políticas que tanto bien le habían hecho al país, pero renegaron del origen de estas, es decir, del gobierno militar. Grave contradicción: Chile entró en la mejor etapa de su historia, practicando estas sanas políticas, pero socavando las bases que las sostenían. 

Fue por esta vía que el modelo comunista de 1973 comenzó a recobrar una aparente validez. Y, por lo mismo, las políticas del gobierno militar, heredadas por los gobiernos civiles, comenzaran a ser presentadas como ilegítimas a pesar de sus evidentes éxitos. Englobadas bajo el nombre de “neoliberalismo”, se organizó todo un movimiento destinado a ponerles término, a repudiar el régimen militar y a reponer como alternativa válida el programa marxista. El resultado fue el estallido del 19 de octubre de 2019 y, con él, la sumersión del país en una ola de violencia, pobreza, delincuencia y terrorismo. En pocas palabras, si se produjo el estallido de violencia, fue porque el país había dejado de lado la enseñanza de su propia historia.

Ese estallido, como se sabe, se apaciguó por la llegada de la pandemia de COVID que obligó a suspender las manifestaciones, las marchas y la violencia. Pero, los motivos han seguido latentes y sabemos de fuerzas que ahora buscan reeditarlo. Por eso, como conclusión, o somos leales a la enseñanza que nos proporciona nuestra historia o nuestro destino va a ser el de repetir la acción del día 19 de octubre de 2019.

 

Nota: Este artículo fue publicado originalmente por el autor en sus redes sociales.