Jaime Guzmán: Nuevamente
Gonzalo Ibáñez Santa María | Sección: Historia, Política
El último roce entre los partidos agrupados en el conjunto ChileVamos (UDI, RN, Evópoli), por una parte, y el partido republicano, por otra, se ha producido por la afirmación de la secretaria general de este último en el sentido de que Jaime Guzmán, si viviera, no militaría en la UDI ni votaría por Evelyn Matthei, sino que lo haría en el partido republicano y votaría por J.A. Kast. La UDI, dijo que Guzmán seguiría en ese partido.
No es mi interés involucrarme en esta disputa, pero sí poner de relieve ciertos aspectos del pensamiento de Guzmán que me parece muy importante recordar. En primer lugar, su respaldo sin matices a la acción militar del 11 de septiembre de 1973 por la cual se depuso el desgobierno y el caos del régimen marxista de Salvador Allende. Jaime Guzmán mantuvo distancia con muchos de los abusos de que se acusaba a los militares, pero ello no fue nunca para él obstáculo en la defensa de la legitimidad del pronunciamiento militar. Es decir, para Jaime Guzmán, la legitimidad de un gobierno no sólo se medía por la forma como éste había accedido al poder, sino por el ejercicio que hacía de él. Y, por lo mismo, no vaciló en afirmar la ilegitimidad del régimen marxista de entonces.
Jaime Guzmán se la jugó por un retorno a la democracia y, por eso mismo, pidió salvaguardas para evitar la repetición de un experimento marxista. Y, por eso mismo, siempre fue firme partidario de la política económica del gobierno militar como el único camino para superar la pobreza crónica en la que se debatía Chile y así evitar la demagogia y la corrupción.
Claramente el pensamiento de Jaime Guzmán se iba a constituir en la gran barrera para que Chile no recayera en los experimentos que tanto daño le causaron, y por eso fue asesinado no más el país daba los primeros pasos después el gobierno militar. Después, la influencia de Guzmán se ha debilitado, en parte muy importante porque muchos de quienes se habían comprometido a promover esa influencia, abandonaron su cometido. Y ello, hoy, hasta el punto de que la posibilidad de tener de nuevo regímenes como el de Allende se ha abierto amplio campo.
Es bueno, entonces que, a propósito de este intercambio de palabras entre los partidos que se declaran herederos de Jaime Guzmán, ellos debatan acerca del contenido de su ideario y de cómo ponerlo en actualidad de modo que se constituya en la defensa de todo lo que ha avanzado Chile y en motor de su continuo desarrollo.
Nota: Este artículo fue publicado originalmente por el autor en sus redes sociales.




