Una opción social cristiana
Gonzalo Rojas Sánchez | Sección: Historia, Política, Sociedad
La decisión oficial de la Democracia Cristiana de apoyar una candidatura comunista, marca el definitivo punto de disolución de ese partido.
Si ya nunca antes habían compartido gobierno con los comunistas, hasta que así lo hicieron en Bachelet II, ahora han dado un paso que resulta simplemente devastador para su futuro institucional. Que los órganos oficiales del partido hayan tomado esa decisión, no significa que sus militantes la compartan. Muchas veces la representación formal no da cuenta de la auténtica voluntad popular. Casi con toda seguridad, eso es lo que sucede con la decisión que se ha tomado en la DC: la inmensa mayoría de sus electores, absolutamente desanimados, emigrará hacia otras opciones.
Lo harán en parte hacia Amarillos, o hacia Demócratas o, incluso, hacia algunas candidaturas de Chile Vamos. Pero ¿será esa fuga de votos una opción definitiva? No, de ninguna manera.
Los militantes de la DC que entreguen sus votos a opciones distintas del partido actual, merecen una alternativa que realmente los represente a largo plazo. Quizás Amarillos o Demócratas puedan cautivarlos en el próximo proceso, pero si los electores referidos han permanecido hasta ahora en la DC, es porque ninguna de esas dos opciones los han satisfecho plenamente.
¿Es entonces posible generar una alternativa auténticamente social cristiana, falangista en sus convicciones e historia? Sin duda que sí.
Sabemos que hay iniciativas en marcha en ese sentido y que, con toda seguridad, encontrarán espacio para discurrir y proponer estas tres cuestiones básicas: una sociedad centrada en la persona humana, una economía en que la solidaridad y la gratuidad sean bienes fundamentales, y unas instituciones en que se busquen los acuerdos por encima de las victorias.
No son ciertamente esas las coordenadas únicas de la visión que queremos compartir, pero sin duda que hay muchos chilenos que agradecerían que esa mirada se les ofreciera como opción. Y eso le haría bien al país.




