Más allá de los planes: la sostenibilidad se juega en los territorios
Paula Guerrero Zaro | Sección: Política, Sociedad
Si ya era un desafío que una región contara con una Estrategia Regional de Desarrollo, la complejidad aumenta al momento de integrarla con la planificación local. Entre los instrumentos esenciales definidos por la Ley Orgánica Constitucional de Municipalidades, destacan los Planes de Desarrollo Comunal (Pladeco). Sin embargo, aún persiste una desconexión entre lo regional y lo local.
Hace poco alguien me preguntó: ¿qué te haría quedarte en una región? La respuesta no es simple, pero sí clara: quedarse tiene que ver con los factores impulsores del desarrollo –como la educación, la salud o la infraestructura habilitante para sectores como el turismo– y con reconocer las problemáticas prioritarias, especialmente en un contexto de escasez hídrica.
La OCDE ha instalado el concepto de atractividad regional, que invita a pensar políticas públicas no sólo para quienes habitan el territorio, sino también para atraer visitantes, inversiones y talento. Aquí la planificación local cobra aún más sentido: debemos alinear objetivos, metas e indicadores, midiendo cada acción bajo un enfoque de sostenibilidad.
Pero no basta con aumentar la inversión pública. El gran desafío es transitar desde una lógica de “listados de iniciativas” a estrategias que articulen acciones detonantes, capaces de atraer inversión privada y dinamizar los territorios. Las estrategias deben dar sentido a la inversión pública como parte de un proyecto de largo plazo, alineando aspiraciones con capacidades reales.
El Decreto 43, que aprueba el reglamento de la Política Nacional de Zonas Extremas, lo señala: “Propicia acuerdos para promover la investigación con las universidades y centros de investigación, preferentemente regionales, con el fin de generar acciones de innovación orientadas al desarrollo territorial”.
La gobernanza territorial requiere esfuerzos mancomunados entre el sector público, privado, la academia y la sociedad civil. Avanzar hacia un desarrollo equilibrado entre lo social-cultural, lo productivo y el ordenamiento territorial es el camino para construir regiones más atractivas para vivir.
Nota: Este artículo fue publicado originalmente por El Diario de Atacama el sábado 5 de abril de 2025.