Tal como reflexionamos en esta tribuna, la encuesta CADEM de la semana pasada ha confirmado tanto la fortaleza de José Antonio Kast como el debilitamiento de Evelyn Matthei, que habíamos interpretado a partir de los sondeos de lo que va del año. Si bien ha sido más rápido de lo que pensábamos, el postulante del Partido Republicano (+3%) ya ha alcanzado a la candidata de Chile Vamos (-3%), quedando ambos en un 17%. 

Escribo esta columna antes de que se publiquen los resultados de esta semana, que deberían ratificar este movimiento en la parte alta de la tabla. Estamos en pleno clivaje de las preferencias presidenciales, y no debe faltar mucho para que Kast se consolide en exclusiva como el político con más posibilidades de llegar a La Moneda. En el medio de la tabla, al igual que en las últimas ediciones, Johannes Kaiser (6%) ya ha dejado paso a Carolina Tohá (10%), entregando la disputa por los primeros puestos y empatando a Gonzalo Winter, quien carga la mochila de defender al peor gobierno de las últimas décadas.

Con todo, parece que la disputa tendrá sangre alemana. Tohá, pese a que representa más la nostalgia de la Concertación que el fracaso del gobierno frenteamplista, no logra despegar y en una semana cayó 5%. La encuestadora testeó hipotéticos escenarios dependiendo de quién gane la primaria de la izquierda y si Johannes Kaiser decide desistir o perseverar en la campaña presidencial, y en todos ellos Matthei y Kast mantienen los dos primeros lugares.

Ese escenario, con todo, sería de dulce y agraz. Sin duda sería una muy buena noticia dejar a la izquierda fuera de la segunda vuelta, con todo lo que eso implica en las mayorías parlamentarias. Sin embargo, es bastante probable que se elija a una Matthei profundamente izquierdizada a La Moneda, no sólo por su transición ideológica del último tiempo, ni solamente por el traslado de Chile Vamos al centro político, sino también por las concesiones que habrá debido hacer a la ex Nueva Mayoría y al Frente Amplio para conseguir su apoyo contra Kast.

Como nunca en nuestra historia, hoy parece viable –y altamente probable– una segunda vuelta sin la izquierda, un escenario inédito en la historia política chilena desde 1989. Todos los sondeos de opinión pública así lo muestran: Matthei y Kast son los candidatos más fuertes, pese al progresivo y constante debilitamiento de la economista. Nunca dos candidatos de derecha habían sido tan competitivos desde 2005. En este caso es aún más claro, considerando que al frente no hay ningún postulante que les pise los talones, pese a los amagues de Kaiser y Tohá.

José Antonio Kast debe seguir haciendo en esta campaña lo que ha hecho hasta ahora y que le ha permitido alcanzar el primer lugar en las preferencias presidenciales –recorrer Chile, presentar propuestas y enfrentar a la izquierda–. Eso, sumado a su coherencia, terminará mostrando que es el candidato más fuerte para derrotar a quien gane la primaria. El escenario está todavía abierto.