Pensamiento y acción en Jaime Eyzaguirre
José Tomás Hargous Fuentes | Sección: Arte y Cultura, Historia
La próxima semana se cumple un nuevo aniversario del natalicio de Jaime Eyzaguirre Gutiérrez (1908-1968). Formado en el Liceo Alemán del Verbo Divino y en la Facultad de Derecho de la Pontificia Universidad Católica de Chile, fue un pensador católico de fuste durante las primeras décadas del siglo XX. Si bien actualmente no es tan conocido, su legado en el pensamiento y la acción católicas no fue nada despreciable, y su nacimiento es una buena ocasión para recordarlo.
Jaime Eyzaguirre sería uno de los miembros de la generación del 30, probablemente la generación de intelectuales y políticos católicos más notable de la historia de Chile. Si bien muchos de los integrantes de dicha generación, como Eduardo Frei Montalva y Mario Góngora, encauzarían su acción pública a través de los partidos políticos –primero el Partido Conservador, luego la Falange Nacional y finalmente la Democracia Cristiana–, tal como demuestra Diego González Cañete, Jaime Eyzaguirre dedicaría todas sus fuerzas a la participación social a través de asociaciones católicas, por ejemplo la Asociación Nacional de Estudiantes Católicos (ANEC), despreciando la institución partidaria.
Connotado historiador, fue un importante representante de la corriente historiográfica iniciada por Alberto Edwards y Francisco Antonio Encina. Pero no sería en ningún caso un mero continuador, sino que fue autor de decenas de obras –tanto monográficas, como ensayísticas y biográficas– en las que difundiría el legado hispánico en Chile y su continuidad durante la república. También desmontaría muchos mitos esparcidos por la leyenda negra.
También sería formador de intelectuales. Entre sus alumnos destacados se encontraría Gonzalo Vial Correa, uno de los principales historiadores chilenos del siglo XX, y miembro de la misma escuela, así como el Premio Nacional de Historia Armando de Ramón o el político Jaime Guzmán.
Eyzaguirre desarrollaría su carrera académica en las Universidades Católica y de Chile, donde sería titular de la cátedra de historia del derecho, en la que formaría no pocas generaciones de abogados. Luis Robert lo describe como “un historiador con pluma original, de estilo combativo y de una intensidad que los jóvenes de la universidad del Estado que fueron sus alumnos —no siempre tan católicos como él— no dejaron de valorar”.
Jaime Eyzaguirre también sería un importante emprendedor cultural. Probablemente la revista católica más emblemática del siglo XX, Estudios, sería creada y dirigida por él. Sería tan influyente que su espíritu sería reivindicado por algunos de sus discípulos al crear la revista Portada.
Durante su vida, su motor sería la fe católica. Ella lo impulsaría en la búsqueda de la verdad, así como en su difusión, y sería la inspiración de su pensamiento y obras, tanto intelectuales como sociales. Gonzalo Vial lo recordaría con una breve pero elocuente descripción: “A la memoria de Jaime Eyzaguirre, que hablaba de Dios”.




