La política se parece mucho a algunos deportes, en que lo usual es la disputa entre dos equipos. Por eso es común que muchos analistas (también los comentaristas) expliquen un duelo entre el oficialismo y la oposición usando una analogía futbolística. “Al gobierno le falta un 10, alguien que controle la pelota y arme juego”, podría ser un ejemplo de cómo el fútbol y la política se pueden describir de manera semejante.

Por lo mismo, yo pensé que el lío que tiene el Gobierno a raíz del caso Monsalve lo resolvería de manera futbolística, metafóricamente hablando. Porque uno podía pensar en el exsubsecretario Monsalve haciendo un foul horrendo, merecedor de una “roja directa”, es decir, la expulsión inmediata del campo de juego. Ahí uno imaginaba al Presidente Boric haciendo de árbitro, y sacando apenas una tarjeta amarilla, mientras a su lado, Carolina Tohá, jugando de 11, en la clásica posición de puntera izquierda, levantaba los hombros en gesto de que ella no vio nada ni sabe nada y solo quiere que el partido se reanude porque lo único que a ella le importa, como buena soccer girl, es hacer goles y cubrirse de gloria. La solución era simple. Recurrir al VAR, corregir, aplicar sanciones drásticas, etc.…

Pero el Gobierno no quiso usar el fútbol como el juego de rol que le ayudaría a resolver la crisis. En cambio, optó por el ajedrez, una mala opción, porque ahora está arrinconado y con mal pronóstico.

En el ajedrez todo consiste en defender al rey. Cuando el rey ya no puede moverse, se pierde la partida. Por eso hay que evitar el llamado “jaque al rey”, que es cuando se le amenaza. Y si el rey no puede salir del casillero donde lo pusieron en jaque, entonces es “jaque mate”.

Ciertamente, la reina es también muy importante en el ajedrez. Tiene un poder enorme e influye en el tablero completo. Pero su tarea fundamental es proteger al rey. Al punto de sacrificarse por él si fuese necesario.

Ustedes son tan inteligentes que ya intuyeron que en esta analogía el rey es el Presidente Boric y la reina es la ministra Carolina Tohá.

Pero el problema es que el Gobierno decidió jugar un ajedrez suicida. O un ajedrez con reglas cambiadas. Porque todo lo que han hecho desde que estalló públicamente el caso Monsalve ¡es exponer al rey para tratar de salvar a la reina!

Es cierto que esta semana sacrificaron varios peones (sacando subsecretarios) para ver si eso calmaba un poco las cosas, pero no sirvió de nada. Es posible que en los próximos días entreguen un caballo, un alfil o una torre (algunos ministros sectoriales). Pero también será en vano. Porque las cosas están en un punto tan crítico que lo único que resolverá el problema es entregar a la reina.

Es tan raro el ajedrez que decidió jugar el Gobierno, que lograron que se produjera una jugada inédita e insólita: poner en jaque al rey y a la reina en una misma jugada. Eso nunca lo había visto ni en el ajedrez ni en la política.

Por eso, mi recomendación para quienes dan sus primeros pasos en la cuestión pública es partir imitando el fútbol (el baby fútbol, incluso) cuando se trata del duelo político. Es mejor dejar al ajedrez para los expertos, que en ese deporte se les denomina “maestros”. 

Nota: Este artículo fue publicado originalmente por El Mercurio el domingo 10 de noviembre de 2024.