Siguen los desaciertos diplomáticos

Juan Pablo Zúñiga Hertz | Sección: Política, Religión, Sociedad

No hay por dónde agarrar la actual administración. Por donde se le mire, hace aguas. Comentábamos la semana pasada sobre el nuevo desacierto diplomático nacional con el alineamiento que el Sr. Boric le diera a nuestro país junto con naciones de otra categoría apoyando una acusación judicial contra Israel, alineando así a Chile en la defensa de una organización terrorista como Hamás.

Este muchachón de barba hirsuta no tiene idea alguna de su papel en la diplomacia chilena y una y otra vez, a causa de sus ideologías y por cuenta de sus irrefrenables impulsos que lo llevan a “abrir la bocota”, termina generando problemas diplomáticos serios en los tiempos en que vivimos. Dudo que el Sr. Boric lea este humilde comentario, pero si lo hiciese, le haría bien para comprender algunos aspectos de suma importancia.

En una reciente conferencia de prensa internacional en Guatemala, cuando fue cuestionado por la situación en Ecuador, no encontró nada mejor que señalar que “Chile no es Ecuador” y que nuestro país “cuenta con instituciones sólidas”, comentarios que indirectamente hablan en desmedro de Ecuador. Podrá ser un país pequeño, pero que para los intereses chilenos en la región son claves. ¿Sabrá el presidente lo que significa tener alianzas sólidas y lazos militares estrechos con países con los que no se hace frontera? Lo dudo, pero le explico.

Ante la eventualidad de la HVM3 (Hipótesis Vecinal Máxima 3, o conflicto simultáneo con Argentina, Bolivia y Perú, por si el presidente no lo sabía), nuestros aliados claves son países como Brasil, Paraguay y Ecuador, tres naciones con las que no tenemos fronteras pero que, ante la escalada de un conflicto bélico, son aliados militares claves. En el escenario de guerra contra nuestros tres vecinos, Brasil puede atacar a Argentina por el norte argentino, Paraguay a Bolivia por el sureste de estos últimos y Ecuador puede hacer lo propio contra Perú por el norte.

Comentarios como el que el presidente hiciera en Guatemala contra Ecuador tal vez no llevará a un quiebre total de las relaciones diplomáticas bilaterales, pero sí deja una mancha en las relaciones que, ante una eventualidad bélica, pueden llevar a Ecuador en este caso, a pensar si embarcarse en una escalada bélica sudamericana en apoyo a Chile y, por su puesto, a reivindicar temas limítrofes pendientes entre Ecuador y Perú.

Y en el escenario de la guerra contra el tráfico que en mayor o menor medida cada país sudamericano está embarcado, ¿cómo nos deja los comentarios impulsivos del presidente? En pésimo pie. Otros países ya están en campaña activa para combatir el narco y las mafias. Cuando los países no realizan operaciones en conjunto para combatir una amenaza común, ¿qué sucede con la amenaza cuando es erradicada de un país? Se va al país donde no está siendo combatida, en este caso, Chile. Boric y compañía, como una nueva muestra de imbecilidad crónica, creen que con un parlante en la frontera que grita “Alto, ha entrado en territorio chileno” va a parar la entrada masiva del crimen organizado.

¡Qué castigo es esta gente! El sólo pensar y escuchar cómo ya están inflando la figura de la Sra. Bachelet tal vez perfilándola como candidata presidencial, me muestra que estamos en un período muy oscuro. 

Que la Divina Providencia y la Virgen del Carmen tengan piedad de nosotros.