Exit Kast Enter Boric

Hermógenes Pérez de Arce | Sección: Arte y Cultura, Educación, Familia, Historia, Política, Religión, Sociedad, Vida

Como la “prensa seria” no se da cuenta de las cosas realmente trascendentales, no publicó o casi no publicó el documento más importante de lo que va del año en la política: el comunicado de los diez partidos de gobierno. Es decir, del gobierno.

Éste anuncia, en síntesis, que el régimen abandona sus ímpetus revolucionarios. Pues las diez colectividades oficialistas respaldan la Constitución vigente, que es la de 1980, e instan por restablecer un clima de certidumbre para la inversión y el crecimiento. 

Esto implica rechazar la propuesta del Consejo Constitucional, a la cual los partidos de gobierno sindican como creadora de incerteza e inestabilidad. 

El comunicado implica, además, renunciar a “enterrar el modelo neoliberal”, pues el mismo se funda en la libertad que garantiza la Carta actual y en la subsidiariedad estatal que la inspira. 

Los diez partidos además añaden: “Nuestros votos no estarán disponibles para tener hoy otro proceso constitucional”. Es decir, cierran el tema en el Congreso, porque sin su apoyo no puede haber reforma constitucional ni otro proceso para dictar una nueva Constitución.

En fin, llaman a votar En Contra para reforzar el modelo de economía libre fundado en la Carta de 1980, que le ha dado a Chile los mejores años de su historia, diciendo: “La opción A Favor sólo genera incertidumbre…” y acusando a la propuesta de nueva Constitución de que “como han anticipado diversos juristas, mandata la creación de decenas de proyectos de ley, nuevos organismos que profundizan la burocracia estatal y genera un conflicto interpretativo que tardaremos décadas en corregir para dar mayor certeza jurídica a la inversión”

Esta preocupación del gobierno por el excesivo crecimiento del aparato burocrático estatal y por dar mayor certeza jurídica a la inversión, obviamente referida a la privada, nacional y extranjera, anuncia un giro de ciento ochenta grados en las políticas oficiales, que de estar centradas en traspasar al Estado la mayor cantidad de recursos y actividades, pasa a estarlo en reducir el tamaño de la “burocracia estatal” y en discurrir incentivos para la inversión privada (pues la pública la resuelve el propio gobierno).

Así como fue un golpe para la derecha la deserción de José Antonio Kast y su Partido Republicano de la misión de mantener en Chile la Constitución que nos brindó una sociedad libre, ahora debiera serlo para la izquierda la decisión de todos los partidos de su gobierno de adoptar políticas de derecha, reducir el tamaño del Estado y dar garantías a la inversión privada, lo que supone fortalecer el modelo de economía libre que en algún momento Gabriel Boric se propuso destruir.

Es una toma de conciencia, una verdadera epifanía, como la que experimentó el gestor inicial del segundo proceso constituyente doblemente inconstitucional y nulo de derecho público, Carlos Peña, que al ver la criatura nacida de su iniciativa no pudo menos que horrorizarse y describirla, en su famosa columna del 20 de octubre en El Mercurio, como un “trampantojo”, un engaño, que afortunadamente el pueblo chileno, según las encuestas más acreditadas, se apresta a rechazar en dos semanas más.

Exit Kast y desolación de la derecha. Enter Boric y la derecha vuelve a renacer. 

Nota: Este artículo fue publicado originalmente por Blog de Hermógenes el viernes 1 de diciembre de 2023.