Dostoyevski y el secreto de la vida

Germán Gómez Veas | Sección: Arte y Cultura, Sociedad

“Nuestros malos hábitos nos han hecho frívolos; nos aburrimos, no sabemos dónde buscar, no sabemos cómo entender”. ¿Acaso esta reflexión no es vigente hoy? Esta es una de las tantas magistrales reflexiones que el príncipe Mishkin plantea en El Idiota, obra calificada por algunos especialistas en literatura como muy característica de la mejor época de la literatura rusa. La vigencia de la crítica que el ruso pone en boca de Mishkin es tan viva como permanente, y por lo pronto, nos empuja a cuestionarnos acerca de si la forma de vida que estamos llevando es la mejor que podríamos lograr.

Con El Idiota, Dostoyevski pone en contexto la vida del príncipe Mishkin, quien no siendo un loco, llega a enloquecer cuando su inocente e ingenua bondad choca con la triste realidad de la vida humana. De acuerdo a lo que comentara en una carta, Dostoyevski con Mishkin tuvo la idea de “representar de modo positivo un hombre efectivamente bueno”. Objetivo difícil cuando no imposible, pues la realidad es que de los seres humanos no suele emerger espontánea y ampliamente, ni la bondad ni la compasión. Ahora bien, por si la crítica del príncipe Mishkin no fuera suficiente para invitarnos a revisar el sentido de nuestras vidas, podemos leer en Los Hermanos Karamazov que “el secreto de la existencia humana consiste no sólo en vivir, sino en hallar el motivo de vivir. Sin una idea clara y determinada del objeto de su existencia, el hombre preferirá renunciar a ella, y se destruirá, antes que permanecer en la tierra”.

El hecho es que la vigencia y universalidad de las temáticas del pensador ruso lo convierten en un clásico. Un clásico que bien vale la pena leer y volver a leer. Y a propósito de que este año se cumplirán 200 años de su natalicio, se da el momento propicio para aprender de la obra de uno de los más grandes y polémicos escritores de la narrativa rusa: no pocos especialistas han afirmado que el autor de Crimen y Castigo pertenece, junto a Turgéniev y Tolstoi, a la edad de oro de la narrativa rusa.

Por cierto, si bien para algunos las historias que nos plantea Dostoyevski no suelen resultar rápidas de comprender, sin embargo nadie podrá dejar de sorprenderse y sentirse cautivo por esa luz directa y amplificada que el escritor realiza acerca de la mente de sus personajes, especialmente cuando éstos se encuentran frente a decisiones fundamentales, comprometidas e inevitables. Al respecto, hace una década, la filósofa Carla Cordúa publicó en la revista del CEP un breve artículo que tituló “Volver a leer a Dostoyevski”. La síntesis de la filósofa chilena acerca del pensador ruso y de su obra es una espléndida aproximación en orden a comprender el fondo y forma creativa de este escritor.

La reflexión humanista, sincera y realista, cruza toda la obra de Dostoyevski. Es posible encontrar en ella luces y contrapuntos que mueven al lector a cuestionamientos honestos, objetivos y trascendentes que reivindican el valor de la antropología filosófica, la psicología, la historia y, desde luego, que relevan la importancia de la ética para una vida buena.

Los animo a leer a Dostoyevski.

 

Nota: Este artículo fue publicado originalmente por La Discusión el 16 de febrero de 2021.