Los Dhimmis y la Convivencia Bajo el Control del Islam

Jorge Andrés Pérez | Sección: Política, Religión, Sociedad

Los musulmanes no pueden aceptar como permanente la situación de vivir en territorios que son controlados por infieles. Menos si históricamente estos territorios han estado bajo el control del Islam. Las poblaciones de dhimmis (cristianos y judíos) viven en los territorios del Islam, protegidos por el Pacto de Omar, pero bajo el control político de los musulmanes.

Las poblaciones musulmanas que viven en la Europa históricamente cristiana saben que esa Europa debe ser eventualmente controlada políticamente por una población musulmana. Pero esa situación europea no es tan intolerable como tener poblaciones musulmanas viviendo en territorios históricamente árabes bajo el poder de una población de dhimmis (judíos). El problema de los árabes musulmanes con el estado de Israel no es sobre pedazos de tierra. El problema es que un territorio históricamente islámico está controlado políticamente por una población de judíos (dhimmis). Esto nunca va a ser aceptado como un equilibrio políticamente estable en el tiempo, porque esto es insertar en medio de la casa de la paz (islam) la casa de la guerra (infiel).

El primer paso de conquista territorial del Islam es la construcción de mezquitas en el territorio de los infieles que van a ser convertidos en musulmanes. Si la sociedad no lo hace, esto es el casus belli para justificar la conquista militar del territorio. Una vez que el territorio de los infieles es conquistado militarmente por el Islam, se pasa a un estado de convivencia pacífica (Casa de la Paz), donde las minorías religiosas son toleradas por los musulmanes como ciudadanos de segunda clase (bajo el Pacto de Omar).

Para el Islam, el Estado de Israel no solamente es una anomalía histórica que desafía su visión geopolítica del mundo musulmán, pero ante todo es una realidad religiosa intolerable en el centro histórico de la civilización islámica. En Israel, el territorio, que históricamente era musulmán, ahora es política y militarmente controlado por una población de judíos que debiera estar sujeta a la lógica de sumisión del Pacto de Omar. Pero, en Israel esto no es así. Los musulmanes de cultura árabe ven en Israel un orden social invertido, donde los musulmanes están sometidos al poder de un estado judío. Es más, este estado judío es militarmente tan poderoso que, si no se revierte su éxito geopolítico, Israel como estado judío se va a consolidar, y es posible que eventualmente se expanda para crear el gran Israel entre los ríos Éufrates y Nilo. Entonces, para el mundo árabe musulmán el estado de Israel amenaza su centro de poder geopolítico de su civilización.

Curiosamente, el país que más teme la posibilidad de un Israel geopolíticamente exitoso es Irán, un país musulmán no árabe de la facción chiita. Esto no es accidental. Irán esconde detrás de su beatería chiita un deseo de recrear el imperio persa que somete a los árabes. Es decir, Irán busca usar la guerra santa chiita para imponer su dominio “civilizatorio” sobre el mundo árabe de mayoría sunita.

Los iraníes históricamente han despreciado a los pueblos árabes, y los árabes temen un futuro yugo iraní/chiita. Israel explota este temor de los árabes, para crear vínculos estratégicos con el mundo árabe. Para los árabes tiene más sentido una alianza con Israel que un sometimiento a la tiranía de los iraníes. Pero Irán está dispuesto a todo con tal de impedir que Israel frustre sus planes de dominio sobre los árabes.

El reciente ataque de Hamas al sur de Israel seguramente tiene mucho que ver con la ansiedad de Irán, ante las señales de acercamiento de Israel con Arabia Saudita.

Ante la amenaza de un Irán con armas nucleares, Arabia Saudita seguramente va a estar dispuesta a considerar la posibilidad de “prestarle” por un tiempo al estado de Israel el territorio histórico de Palestina. Pero eso requiere que los palestinos no se vayan al lado de Irán, como lo ha hecho Hamas.

El Estado de Chile tiene que defender los intereses del país en relación con el conflicto árabe israelí. En particular, sus autoridades deben tener mucho cuidado de no caer en las trampas de este conflicto. Especialmente deben evitar ser manipulados por la comunidad palestina o judía en Chile (básico), pero sin ser insensibles a sus tragedias. El presidente de Chile debe hacer esfuerzos para no parecer hostil (ni servil) hacia una de las partes del conflicto.

Como presidente de Chile, Gabriel Boric, no debe perder de mente que se le paga un muy buen sueldo (y pensión) para hacer un trabajo profesional (si no de excelencia profesional). Esto implica no gastar irresponsablemente el capital geopolítico de Chile al no respetar las complejas relaciones estratégicas del país. Menos comprometer la viabilidad futura del país para satisfacer sus necesidades psicológicas de pureza ritual.

De más está decir que Chile no es un país que está disponible para ser usado como un amortiguador demográfico (para absorber refugiados generados por los conflictos en el Medio Oriente). Somos un país esencialmente montañoso, con poco territorio útil para crecer demográficamente. Países como Argentina, Uruguay y Paraguay son países con mucha más capacidad territorial para absorber refugiados.

Los chilenos somos muy fáciles de manipular por los intereses árabes y judíos por razones de relaciones de amistad y familia con miembros de esas comunidades. 

En estos días se ha dicho mucho que Gaza es el lugar más densamente poblado del planeta. Esto es una manipulación para histéricos. Primero, hay que diferenciar Ciudad de Gaza de la Franja de Gaza, como también hay que diferenciar Ciudad de México del país de México. Te están manipulando haciéndote creer que la Franja de Gaza es el lugar más densamente poblado del mundo. La realidad es que Manhattan es mucho más densamente poblado que la Franja de Gaza. Los datos que siguen son copiados de Wikipedia y no validados.

En 59,1 Km2 la isla de Manhattan tiene 1.629 millones de habitantes. Densidad de 27.330 habitantes por Km2.

En 365 Km2 la Franja de Gaza tiene 2.048 millones de habitantes. Densidad de 6.507 habitantes por Km2.

En 45 Km2, la Ciudad de Gaza tiene 590.481 habitantes. Densidad de 13.500 habitantes por Km2.

El punto de este ejercicio es demostrar que es muy fácil ser manipulado con el conflicto árabe israelí, porque como chilenos somos ignorantes de toda la complejidad de esa realidad. No hay que olvidar que la propaganda internacional por ambos lados busca manipular histéricos reactivos para que tomen decisiones irracionales, idealmente en el sistema político.