¿Los Niños Primero en la Fila?
José Tomás Hargous Fuentes | Sección: Política

Esta semana se rechazó la acusación constitucional en contra del ministro de Educación, Marco Antonio Ávila (RD), porque no alcanzó los votos suficientes en la Cámara de Diputados. Dicha votación generó un terremoto político, particularmente en Chile Vamos, porque Evópoli dejó a sus parlamentarios en “libertad de acción”, pero sus dos diputados militantes rechazaron destituir al ministro. Naturalmente, no sólo fueron contra una de sus principales banderas de lucha –“Los Niños Primero en la Fila”–, sino que pasaron a llevar una decisión tanto de Chile Vamos como de la derecha en su conjunto.
Naturalmente, las acusaciones constitucionales son un recurso político manoseado y es necesario discernir adecuadamente si se cumplen los requisitos para aprobarla, particularmente, que una autoridad incumpla sus deberes estipulados en la Carta Magna. En este caso era más grave, considerando que no sólo dejó de hacer su trabajo –basta ver los resultados del SIMCE–, sino que desde el Ministerio se promovieron atentados a los derechos fundamentales, en este caso de los niños y de los padres. Sin embargo, según consignó Biobío, “luego de las polémicas declaraciones de Marcela Aranda y de la diputada María Luisa Cordero”, que distrajeron del fondo del asunto, reorientándolo a la orientación sexual del ministro, “algunos parlamentarios de oposición -como la DC- decidieron finalmente restarse de respaldar la Acusación Constitucional”.
La polémica decisión de Evópoli no cayó bien en sus compañeros de pacto y las reacciones en Renovación Nacional (RN) no se hicieron esperar, donde, con matices, todos concordaron en que RN y Evópoli debían ir por caminos distintos. El diputado y vicepresidente del partido, Diego Schalper, sostuvo que “nunca estuvo en nuestros pronósticos que el salvavidas del ministro de Educación viniera de Evópoli”. Asimismo, agregó que “decisiones como estas obviamente son una puñalada al corazón de Chile Vamos. Eso hay que decirlo con total claridad porque uno de los principios de Chile Vamos es siempre, en todo evento, velar por los niños, velar por el futuro de Chile y velar por la propiedad de los recursos públicos, eso es un piso de conversación”.
Por su parte, el jefe de bancada de la tienda, Frank Sauerbaum, señaló que “nos hace repensar nuestra relación con ellos”. El senador Manuel José Ossandón, en tanto, es de la opinión de que “la derecha hace rato que tiene el camino extraviado. El quiebre no es solo por fallida acusación constitucional, sino por una serie de diferencias internas que nos obligan como Renovación Nacional a seguir un camino propio”. Finalmente, la senadora Paulina Núñez expresó que “si no se actúa con unidad, es difícil ejercer el rol opositor y los únicos favorecidos son la izquierda y el Gobierno. Hay mínimos comunes que no se pueden romper. Si se rompen, como ocurrió ahora, no tenemos nada que hacer en la misma coalición”.
Quien puso paños fríos fue el jefe de bancada de la Unión Demócrata Independiente (UDI), Guillermo Ramírez, que dijo que, pese a que “hay una diferencia importante, no entendemos razones y no las compartimos”, “no hay un quiebre con Evópoli”. Con todo, según declaró el senador y presidente de RN, Francisco Chahuán, “más allá de los que pasó ayer, (esperamos ver) cómo somos capaces de articular una coalición que no sea sólo una alianza electoral, sino que también programática”, motivo por el cual “convocó a una reunión de emergencia entre los partidos de Chile Vamos”, porque, en palabras de Schalper, “Chile Vamos está en un punto de inflexión. O se replantea y se asumen códigos mínimos y un proyecto común de futuro, o se reducirá a un mero pacto electoral”.
Esta polémica, con todo, es una buena noticia, porque constata las diferencias que en ocho años han tenido sistemáticamente al interior de la coalición centroderechista, que entre otras razones motivaron la articulación de un proyecto republicano por fuera de Chile Vamos. Así, ofrece una nueva oportunidad a Chile Vamos. Esperemos que se den cuenta de que este hilo se ha roto de tanto tensarlo por el lado izquierdo, y que comprendan que, si quieren una Constitución y un proyecto político septiembrista, en el Partido Republicano pueden ver no un competidor sino un aliado.




