Gira europea del Presidente Boric

Hernán Felipe Errázuriz | Sección: Política, Sociedad

Las giras presidenciales son un instrumento único para promover los intereses nacionales. Permiten diálogos y decisiones al mayor nivel. Los encuentros entre jefes de Estado, como ningún otro relacionamiento, atraen el interés, a veces remoto, del gobierno anfitrión, que moviliza a sus ministros, inversionistas, políticos y altas autoridades para fortalecer los vínculos bilaterales.

Raramente un Presidente es invitado más de una vez a un mismo país. De allí la importancia de escoger bien las invitaciones y la oportunidad de la visita, a veces complicadas por situaciones inesperadas. Le sucedió hace un par de semanas al Presidente Emmanuel Macron. Problemas internos en su país lo forzaron a suspender su visita de Estado a Alemania, la primera de esta categoría de un gobernante francés en 23 años.

Julio no es un mes apropiado para giras internacionales al hemisferio norte. Muchos gobernantes suspenden actividades en este mes. El Papa, por de pronto.

La situación política en el país visitado importa. Es el caso de España, en un álgido final de campaña electoral, que impuso limitaciones al Presidente Boric para no ser criticado por la oposición española de interferencia en el proceso interno en favor de su anfitrión, Pedro Sánchez, este además ocupado en su sobrevivencia en el cargo. De allí la importancia de la entrevista con el rey Felipe VI, que permitió sumarse a su neutralidad política y dar vuelta la página a su infausto desencuentro con el monarca durante la inauguración presidencial.

Valiosos son los encuentros del Presidente y comitiva con empresarios para promover el comercio y las inversiones, y recibir sus inquietudes ante la reforma tributaria y medidas gubernamentales.

Impostergable era la visita del Presidente Boric a Bruselas. En la sede de la Unión Europea (EU), podrá agilizar la aprobación del tratado con Chile y despejar las vacilaciones iniciales de su gobierno, que demoró inútilmente el cierre de las negociaciones.

Otro hito relevante de la gira debería ser la participación del Presidente en la Cumbre de Celac-UE, la primera en 8 años, donde tendrá la oportunidad de entrevistas bilaterales con otros jefes de Estado; impulsar el multilateralismo; contribuir a la alianza entre el viejo y nuevo mundo, postergada por diferencias que se evidencian en negociaciones pendientes por más de 20 años del acuerdo UE-Mercosur. La tarea no es fácil, por la fragilidad y divisiones en Celac provenientes de su debilidad institucional, proteccionismo y fuerte influencia de los gobiernos autocráticos de Venezuela, Cuba y Nicaragua, y particularmente por la canalización de la agenda e iniciativas a través de la presidencia pro tempore de Saint Vincent y Grenadines, un Estado de no más de 110 mil habitantes, con población y superficie muy inferiores a Chiloé.

Valioso para la Cancillería y la Presidencia será recoger las experiencias de esta primera gira europea para futuras visitas presidenciales.

Nota: Este artículo fue publicado originalmente por El Mercurio el sábado 15 de julio de 2023.