Patrones de cambios y el curso del cristianismo en EE.UU.

Alan Cooperman | Sección: Religión, Sociedad

A comienzos de septiembre, el Pew Research Center publicó un estudio que explora cómo podría cambiar la composición religiosa en EE.UU para el año 2070. Una de las conclusiones de este estudio que más atrajo la atención es que los cristianos, que correspondían al 64% de la población nacional el 2020, puede que ya no sea la mayoría en cinco décadas.

Sin embargo, el futuro del cristianismo en los EE.UU no está escrito en piedra. Para que los EE.UU. continúen teniendo una mayoría cristiana para el año 2070, se deben analizar una serie de factores en juego, incluido uno que fue clave en el estudio citado: el cambio religioso, es decir, los cambios voluntarios de afiliación religiosa.

El cambio puede suceder en todas las direcciones. Puede ser de un tipo de cristianismo a otro, del cristianismo a otra religión, o del cristianismo a ninguna religión.

Esta investigación demostró que el cambio de religión tiende a ocurrir cuando las personas son más jóvenes, comenzando en la adolescencia. Estimamos que entre los 15 y 29 años, el 31% de los estadounidenses que fueron criados como cristianos se vuelven no afiliados a ninguna religión, grupo que incluye ateos, agnósticos o aquellos que describen su fe como “nada en particular”. (Esto no significa que renuncien a todas las creencias religiosas. Muchos de estos llamados “ningunos”, creen en Dios o en un espíritu universal. Según una amplia gama de medidas de religión y espiritualidad, estos tienden a ser cada vez menos religiosos y espirituales que los americanos que se identifican con el cristianismo y otras religiones).

También determinamos que el 21% de los estadounidenses que se criaron sin afiliación religiosa se convierten al cristianismo antes de los 30 años.

La diferencia entre estos porcentajes -el 31% de los cristianos que se vuelven no afiliados a religión alguna, y el 21% de los estadounidenses no afiliados a ninguna religión que se convierten al cristianismo- puede no parecer significante. Sin embargo, la diferencia es enorme debido al desequilibrio en el tamaño de los dos grupos: muchos más estadounidenses son criados como cristianos que como “ninguno”.

La conclusión es que, aunque el cristianismo es la fe mayoritaria en los EE. UU., el cambio religioso que comenzó a fines de la adolescencia, ha resultado en un flujo neto de millones de estadounidenses desde el cristianismo a los no afiliados.

Así mismo, en los últimos 15 años, la proporción de adultos estadounidenses que se identifican con el cristianismo (de todas las variedades combinadas) se ha reducido en 15 puntos porcentuales, del 78 al 63%. La proporción de personas que son “ningunos” ha crecido proporcionalmente, aumentando un punto por año, pasando del 16% a casi el 30%.

Nuestro nuevo estudio considera muchos factores que complican la situación. Por ejemplo, los cristianos tienen tasas de natalidad más altas que los del grupo “ninguno”, lo que refuerza las cifras del cristianismo, pero no lo suficiente como para compensar el cambio voluntario. También hay cambios de religión que ocurren después de los 30 años, aunque todavía favorece a los que no tienen afiliación religiosa.

Las proyecciones de nuestro estudio analizan varios posibles escenarios, algunos de los cuales son poco realistas, pero resultan esclarecedores. Por ejemplo, modelamos qué sucedería si se detuviera por completo la inmigración. Retrasaría el crecimiento de las religiones no-cristianas, pero tendría mucho efecto en los cristianos como porcentaje de la población.

Así mismo, imaginamos lo que sucedería en el caso virtualmente imposible de que no hubiera ningún cambio religioso después del 2020. Si nadie cambiara de religión en las próximas décadas, la proporción de estadounidenses que son cristianos seguiría disminuyendo, y la proporción de no afiliados a ninguna religión seguiría aumentando. Esto porque los cristianos de hoy en día son mayores -en promedio- que los no afiliados. (Una población más joven crecerá más rápido porque tiene más personas en edad fértil menos cerca del final de sus vidas).

Todos los escenarios muestran cierto declive de la población cristiana, y, en algunos escenarios, los cristianos podrían perder su condición de mayoría en unas pocas décadas. Sin embargo, el objeto de las proyecciones no es predecir la desaparición de la religión en general o del cristianismo en particular.

Mirando la experiencia de 80 países, encontramos que la proporción de personas que fueron criadas como cristianas y se alejaron del cristianismo no ha aumentado mucho más del 50% en ningún lugar, incluso en países altamente seculares como lo es el caso de Europa occidental. Para los cristianos estadounidenses preocupados por estas tendencias esa podría ser la buena noticia demográfica del día. Si es que hay un piso bajo las tasas de retención de cristianos, el movimiento neto desde los cristianos hacia los no afiliados a ninguna religión eventualmente podría detenerse.

Los patrones que vemos en el cambio de religión son producto de miles de elecciones individuales todos los días. Nuestras proyecciones están basadas en tendencias observadas en la actualidad. Mientras haya libertad de consciencia en los EE. UU., las personas pueden cambiar sus afiliaciones religiosas de manera impredecible.

Nota: Este artículo fue publicado originalmente por el Pew Research Center, el jueves 29 de septiembre de 2022.