Otras dificultades de la campaña

Gonzalo Rojas S. | Sección: Política

A la dificultad que anunciáramos la semana pasada, se agrega la que se presenta con las llamadas ‘organizaciones sociales’ o ‘sociedad civil’, integradas por personas que, por su actividad o por sus legítimos intereses, están fuertemente convencidas de la necesidad de votar Rechazo.

También aquí hay una peligrosa ambigüedad, porque aquellas instituciones en las que muy mayoritariamente hay una tendencia a favor del Rechazo -algunos Colegios profesionales, las organizaciones de la Confederación de la Producción y el Comercio, buena parte de las Universidades privadas e importantes facultades de algunas de ellas, Ongs muy conocidas y consolidadas, iglesias y confesiones religiosas- experimentan una doble restricción para manifestarse abiertamente por el Rechazo. Por una parte, las frena el respeto que saben que le deben a esas minorías de sus integrantes que quizás votan Apruebo o, al menos, están dudosos, y por otra, el temor a quedar ‘marcadas’, lo que ante un eventual triunfo del Apruebo les podría significar una intensa persecución.

En este sentido, puede ayudar a estas instituciones el ejemplo que han dado dos declaraciones muy significativas. En primer lugar, la de los obispos de la Iglesia Católica en Chile, quienes con su planteamiento no han llamado a votar Rechazo, pero al destacar los aspectos gravemente negativos del texto propuesto, han dejado muy en claro que desde la perspectiva de la conciencia cristiana no se debe votar Apruebo. Los obispos han incentivado a los católicos -y a los cristianos y creyentes, en general- a votar reflexivamente, pero han aportado valiosas razones para inclinarse por el Rechazo. Y, en segundo lugar, la excelente declaración del Consejo de la Facultad de Derecho de la P. Universidad Católica de Chile, el que de modo fundamentado y matizado, ha expuesto los errores conceptuales y prácticos que contiene el proyecto propuesto.

Algo análogo podrían hacer las instituciones que mencionábamos más arriba de modo genérico. Sus pronunciamientos públicos debieran centrarse en señalar los aspectos gravemente negativos que para cada actividad específica están contenidos en el proyecto constitucional. Así marcarían preferencia por el Rechazo, sin causar agravios innecesarios ni correr riesgos desproporcionados, pero dejándole muy en claro a sus propios miembros. -y también a la opinión pública en general- a qué se exponen votando Apruebo.

Distinta es la situación de todas aquellas organizaciones que se formaron para apoyar iniciativas populares de normas -y cuyas proposiciones no fueron acogidas, a pesar de la gran cantidad de respaldos- o de las que han ido surgiendo para promover el Rechazo por actividades o territorialmente. Sin duda alguna este tipo de organizaciones deben ser muy vitales y aportar la mayor cantidad posible de voluntarios para cubrir a fondo la sociedad chilena. Mientras más, mejor. Mientras más liderazgos conocidos (Warnken) o novedosos, mejor.