¿El Covid va por el apruebo?

Juan Antonio Urzúa M. | Sección: Política, Sociedad

Llama profundamente la atención el sofisticado comportamiento de la pandemia, pues sus efectos variarían según se trate de un acto religioso o de un acto de proselitismo político por la opción Apruebo.

Hace una semana, las páginas del cuerpo C del diario El Mercurio destacaban las fuertes medidas sanitarias que marcaron las fiestas por la Virgen del Carmen, para proteger a la población de este implacable flagelo. Señalaba: “(…) Esta vez, las medidas sanitarias -aforos reducidos, distanciamientos físicos y uso obligado de mascarillas- impuestas por la pandemia [como si no hubiera sido la autoridad sanitaria la que los impuso] marcaron los festejos religiosos”.

Sin embargo, exactamente una semana después, en el mismo cuerpo C de El Mercurio, las preocupaciones habían desaparecido por completo. Esta vez, destacaron un acto masivo por la opción Apruebo y también en la comuna de Maipú de ¡más de doce mil personas! (según los organizadores). Pude apreciar pocas mascarillas y del distanciamiento físico… bien, gracias. Las preocupaciones de la autoridad edilicia y sanitaria brillaron por su ausencia. Me encantaría conocer la opinión de los participantes de dicho evento, pues participaron el alcalde, diputados comunistas, de la Democracia Cristiana, del Frente Amplio y otros.

Lo anterior me lleva a plantear varias preguntas: ¿Será que el Covid va por el Apruebo y no contagia a nadie que participe de sus eventos?, ¿será que la autoridad sanitaria y edilicia va por el Apruebo y no se preocupan de fiscalizar, como sí lo hicieron en un evento religioso?, ¿o no será mejor que ya dejemos de lado esa hipocresía tan característica de nosotros, de ser de los pocos países en el planeta que seguimos aplicando estas arcaicas medidas, afectando los derechos fundamentales de millones de compatriotas?

Por mi parte, no tengo problema en que se celebren actos religiosos o actos de proselitismo político en donde sea y por la opción que sea y que la gente acuda libremente y emplee las medidas de protección que soberanamente decida: lo que irrita es que se utilicen medidas coercitivas, privativas de la libertad y las elevemos a la categoría de esenciales para la vida humana cuando el evento no es del gusto de la autoridad de turno y las soslayemos cuando el acto masivo nos beneficia.