Michelle Bachelet viene de regreso

Gonzalo Ibáñez S.M. | Sección: Historia, Política

La Alta Comisionada de Derechos Humanos de las Naciones Unidas, termina su período y ha decidido retornar a Chile. 

Michelle Bachelet, en su juventud, fue militante del partido socialista cuando este proclamaba una completa adhesión a los postulados de la doctrina comunista de Carlos Marx incluyendo la violencia como medio legítimo para conquistar el poder e imponerse a cualquier precio. Obviamente, esa violencia era para exterminar a quienes se opusieran a los designios de ese partido, como había sucedido en todos los regímenes de ese signo a lo largo y ancho del mundo. Para ello, sus militantes se organizaron febrilmente entre 1970 y 1973 de modo de convertir a Chile en un país lacayo de la entonces Unión Soviética y en una segunda Cuba. Es decir, en un símil de dos de los regímenes que más crímenes han cometido contra la dignidad de las personas y cuya estrategia era y sigue siendo, en el caso de Cuba, la de condenar a sus habitantes a la pobreza más abyecta con tal de mantener sobre ellos un dominio sin restricciones. Doble standard: si la violencia es empleada por un régimen socialista comunista, es legítima. Si se la emplea, en cambio, en defensa propia, es ilegítima.

Estos antecedentes bastarían para cuestionar la legitimidad de una persona como Michelle Bachelet para erigirse en un modelo de defensa de los derechos humanos en el mundo. Pero, no son los únicos. Entre 1975 y 1979, ella vivió en la entonces república comunista de Alemania Oriental y, a pesar de haber residido gran parte de ese período en el Berlín que le servía de capital nunca, por ejemplo, vio el Muro de Berlín que lo dividía de un lado al otro y donde, por intentar atravesarlo, cayeron asesinados centenares de berlineses que intentaban encontrar un poco de la libertad que el comunismo les negaba del todo. De hecho, sólo murieron quienes intentaban atravesarlo del oriente comunista al occidente libertario, porque, al revés, nunca hubo ningún voluntario que lo intentara, a pesar de que en esa dirección el paso era completamente libre. Pero de eso, nada vio esta Alta Comisionada. Nuevamente doble standard. Un ojo abierto para acusar eventuales abusos de los contrincantes; pero, el otro cerrado para dejar pasar los abusos de quienes militan al mismo lado, aunque estos sean inmensamente mayores y más graves.

En fin, siendo ya presidenta de Chile, la Bachelet promovió e hizo aprobar la ley que legalizó un crimen como es el que se comete matando seres humanos que aún no han nacido. Es decir, para ella, hay seres humanos que son personas y otros, que simplemente no lo son. Después de eso, se acabó la seguridad jurídica en Chile: al lado de ese crimen, el incendio de iglesias, el saqueo de centros comerciales, el corte de rutas, y el usurpar propiedades ajenas, han sido juegos de niños. Y si se legalizó este crimen, ¿por qué no legalizar otros, como matar carabineros, por ejemplo?

La Bachelet vuelve para apoyar la opción del apruebo. Sepamos entonces que esta opción es la opción del doble standard. Una razón extra para votar Rechazo.

Nota: Este artículo fue publicado originalmente por el autor en su página de  Facebook, el martes 14 de junio de 2022.