Cuarto retiro y rentas vitalicias, un riesgo para el país

Claudio Bravo U. | Sección: Política

Con respecto al debate del cuarto retiro y las rentas vitalicias, un senador de oposición argumentó que el congreso toma decisiones políticas y no económicas. Quisiera comentar que en pleno siglo XXI se necesita una perspectiva más global y multidisciplinaria del actuar tanto de los miembros del congreso como los demás poderes del Estado, especialmente en un contexto de emergencia sanitaria y debilidad democrática. 

Aparte de la mirada política institucional, los miembros del congreso deben considerar los impactos de las variables económicas, socio-culturales y también la importancia de la sostenibilidad en el tiempo de las consecuencias de las decisiones, porque lo que puede parecer aplicable y loable en el presente, no es necesariamente sostenible en el futuro.

El colapso del sistema es especialmente grave para los jubilados. En la práctica, los actos de los miembros del congreso deben considerar el impacto económico y el financiamiento. Las rentas vitalicias poseen una estructura de financiamiento muy distinto a las AFP, por lo tanto, el legislador debería ser prudente en interiorizarse de las consecuencias futuras de un retiro de las rentas vitalicias para evitar un efecto cascada en detrimento de los instrumentos de securización y otros instrumentos de inversión, con el fin de evitar que se repita otra crisis financiera en el país como la crisis de la deuda de los años ochenta, la crisis de la bolsa de 1929, la crisis de 1924, etc.

Los cambios arbitrarios en la legislación y de las condiciones de los contratos en el caso de las rentas vitalicias, están generando un clima de incertidumbre también fuera de la frontera del país, especialmente en los accionistas de países extranjeros quienes confiaron en nuestra legislación y autoridades. La confianza rota no sólo tendrá un impacto en el riesgo país y la futura inversión, también el país deberá hacerse cargo de las consecuencias jurídicas, las indemnizaciones y las eventuales sanciones en el ámbito internacional.

Chile no es un país aislado en la escena internacional y debemos respetar los tratados internacionales porque somos un país pequeño, y necesitamos el multilateralismo para que el resto de los países nos respeten. No se trata de otorgar una nacionalidad de gracia a un extranjero o aprobar el matrimonio igualitario, al contrario, es un tema mucho más complejo porque afectará el futuro del país y especialmente a los más débiles como son la jubilación de los abuelos(as) bajo la modalidad de renta vitalicia, lo cual no es percibido por algunos legisladores quienes son reacios a abandonar la comodidad de la riqueza y la seguridad que otorga la dieta parlamentaria.

Por cierto, algunos de los legisladores que apoyan el retiro de las rentas vitalicias, han sido y están en procesos legales por detrimentos causados a terceros y esto quiere decir que no están a la altura de un miembro intachable del Estado chileno. Necesitamos legisladores preparados para el siglo XXI y con visión multidisciplinaria, además se necesita un cambio cultural para dejar atrás la cultura chilena de quien paga es moya.