Boric y el rodeo chileno

Andrés Montero | Sección: Historia, Política, Sociedad

El candidato Gabriel Boric las ha emprendido en contra del rodeo chileno. Desde su total desconocimiento de cómo funciona esta actividad, y seguramente en busca de votos de animalistas desadaptados, desprestigia un deporte nacional masivo. Es bueno que el señor Boric no pierda energías en tareas sin destino. El rodeo chileno lo practican miles de miles de chilenos de Arica a Punta Arenas. Debemos agregar dentro del “mundo corralero” a petiseros, cantoras, herreros, criadores, transportistas, artesanos, talabarteros, ganaderos, forrajeros, veterinarios y cientos de miles de aficionados a través de todo Chile.

Este deporte noble y tradicional se ha adaptado efectivamente a nuevas normativas que respetan y protegen a los caballos y a los vacunos. Para un huaso chileno, su caballo es parte de su vida, el rodeo es su entretención, y es un orgullo para él y su familia ser parte de esta maravillosa actividad.

En este ambiente de ataque permanente a nuestros símbolos, a nuestra bandera, a nuestras Fuerzas Armadas y a nuestras tradiciones, el rodeo y sus actores no cederán jamás al intento de algunos intolerantes de censurar este deporte. Si al señor Boric no le gusta el rodeo, que no vaya a las medialunas. Nadie lo echará de menos.

En Chile hay más de 1000 clubes de rodeo, más de 100 asociaciones y se realizan 2000 rodeos al año. Existe rodeo federado, laboral y campesino. El rodeo chileno se remonta al siglo XVI y es deporte nacional desde hace casi 60 años. Sería deseable que los candidatos presidenciales construyan y no destruyan, que unan y no desunan, y que no gasten energías y recursos en cambiar esa parte del rostro de Chile que no debe cambiar jamás.

El rodeo chileno está íntimamente ligado a la raza de caballares chilenos o corraleros, que tiene registros propios y estricta normativa. El caballo chileno es una raza única, con su propia morfología y con características que la hacen admirada y reconocida mundialmente. El mundo rural, le hace un llamado al señor Boric y a todos aquellos que, por desconocimiento o ideologismos extremos, desprestigian una actividad que enorgullece a Chile, a dejar en paz al rodeo chileno que es pasión de multitudes.

Nota: Este artículo fue publicado originalmente por El Líbero, el lunes 13 de septiembre de 2021.