Como hemos podido evidenciar en estos últimos meses, la convención constituyente ha resultado un verdadero fiasco, no solo por los temas abordados, sino más bien, por las ridículas exigencias por parte de la oposición, ya que, entre ellas podemos destacar la prohibición de la prensa en la sala del Ex Congreso Nacional (situación que está en discusión en este momento), o también tener el descaro de decir que con 2 millones 500 mil pesos mensuales no les alcanza para trabajar en condiciones dignas, siendo este último, el más repudiado por parte de los ciudadanos chilenos.

Lamentablemente, durante las campañas de los constituyentes, advertimos que existían personas con una alta tasa de popularidad (actores, periodistas, etc.) los cuales NO estaban capacitados para realizar una labor tan importante como la de crear una nueva carta magna, pero de todas formas salieron electos.

Durante el comienzo de este “circo”, ocurrieron bastantes declaraciones polémicas, tanto por constituyentes, como también por parte de medios de comunicación, ya que, durante una sesión, un grupo de constituyentes asistieron con nuestra bandera chilena, pero lamentablemente, la prensa y la oposición lo tomó como una falta de respeto y una “provocación” hacia ellos.

Hablando de banderas, ¿se percataron que está en discusión el cambio de nuestro escudo, bandera e himno nacional? Sí, es indignante, ya que, ellos están trabajando para la República de Chile, están trabajando para realizar la “mejor Constitución”, y no para cambiar todo a su antojo.

Y esto es sólo la punta del iceberg, puesto que hay personas en la convención que ni siquiera quieren hablar el castellano, siendo éste, el idioma oficial de Chile. ¿A dónde quieren llegar? ¿Cuál será su fin máximo? Tristemente no lo sabremos hasta que terminen la carta magna.

Si nos ponemos a pensar, las mayoría de las personas que hablan mapudungun son pertenecientes a la etnia mapuche (descendientes), y está bien, pero al final del día, si cada uno de los habitantes en Chile hablaran el idioma que tienen por sus antepasados, sería un caos horrible, considerando que, según un estudio realizado en la Universidad de Chile y en la Universidad de Tarapacá, el 53% de la población chilena contiene ADN europeo, un 44,3% indígena americano y un 2,7% africano. Por lo que, las mezclas de lenguas nos llevarían a la incomunicación absoluta.

¿Se imaginan a Stingo hablando en italiano, mientras que Baradit le contesta en egipcio? Lo dudo, ya que, gracias a Dios, tenemos el castellano como lengua oficial, evitándonos todos estos problemas.

Otro tema que ha estado en discusión ha sido el famoso “liberen a los presos políticos de la revuelta”, pero ¿acaso destruir calles, monumentos y bienes privados de otras personas es una lucha justa? Creo que no, ya que, muchos de ellos decían luchar por una causa justa, por el “pueblo”, pero, al final el único perjudicado con los destrozos fue el pueblo, con todas las pymes cerrando por no poder cubrir los daños causados por estos “presos políticos”, las clases medias y bajas de Santiago fueron totalmente afectadas debido al destrozo del metro, quitándoles su único medio de transporte rápido para llegar a sus trabajos.

Cómo es posible que, aun sabiendo las acciones delictuales de las personas que están bajo prisión preventiva, siguen apoyándolas con fines populistas, ganando votos y generando división entre los constituyentes y la ciudadanía.

Gracias a todo lo mencionado y reflexionado anteriormente, podemos concluir que los constituyentes van por la 4ta semana de trabajo, pero con 0 artículos planteados, aun no tienen un reglamento de funcionamiento y, lo peor, exigen un aumento de presupuesto debido a que, según la presidenta de la convención Elisa Loncon, están pasando hambre e incluso “han bajado de peso”. Esto es una verdadera falta de respeto para la familia promedio que, con 4 personas, debe vivir con 500 mil pesos mensuales o menos.

Finalmente, un tema importante a considerar, es que para formar la Comisión Ortúzar, sólo los mejores abogados especialistas en el área constitucional fueron designados para realizar una labor tan importante como lo es la creación de una carta magna. Entre ellos podemos destacar a Don Jaime Guzmán (abogado constitucionalista y académico chileno), Don Alejandro Silva Bascuñán (abogado constitucionalista y jurista chileno), entre otros. En cambio, en esta convención hay abogados y personas que no tienen estudios en esta área tan específica. Siendo sinceros, si yo quisiera ir al médico, esperaría que me atendiera uno como tal, no un periodista, ya que, estaría en riesgo mi salud. Aquí pasa lo mismo. Chile está en riesgo, y debemos tener mucho cuidado a la hora de votar en el plebiscito de salida.