Los dilemas del PC

Gonzalo Rojas S. | Sección: Política

La clase sobre el gobierno de Allende acababa de terminar el martes recién pasado –por zoom obviamente-  y uno de los jóvenes asistentes me hacía una interesante pregunta.

Se había afirmado, como es bien sabido, que el Partido Comunista había intentado por variados medios frenar a los sectores más violentos de la UP, y que había procedido así por su acabado conocimiento de la llamada “correlación de fuerzas”. Eso significaba que los comunistas tenían muy claro que les faltaba tiempo aún para dotar a los aparatos militares de la UP de suficiente preparación y armamento como para derrotar a las Fuerzas Armadas. Conocían la magnitud de las brigadas que habían ido preparando -más los miles de extranjeros presentes- y sabían que con lo que tenían… era imposible.

¿Y hoy, me preguntaba el alumno, hoy los comunistas están por la vía insurreccional o van ir por la vía institucional?

Tres son las dimensiones en que ese dilema se le presenta en los próximos meses al PC.

Por una parte, en sus relaciones con la Lista del Pueblo. Es un agrado para los comunistas tener a su izquierda quienes descaradamente apoyan a los insurrectos del 18 de octubre  -algunos convencionales han reconocido haber estado en la primera línea, no lo olvidemos-  porque eso les permite presentarse como algo más moderados. Le dejan la tarea insurreccional a otros y ellos, los comunistas, se disponen a cosechar sus frutos, pero eso puede tener un costo, especialmente en la Jota: la percepción juvenil de que pueda haber quienes sean aún más radicalmente audaces que el PC y que convenga estar ahí y no en el partido de Lenin.

En segundo lugar, la tensión comunicacional que se irá produciendo entre la Convención y la candidatura Jadue, si es que resulta triunfadora en la primaria legal. Para el PC, es decisivo que su alcalde candidato sea la más importante noticia día a día durante los próximos meses, pero es evidente que el protagonismo en los medios se lo podría quitar el enredo continuo, la olla de grillos, los combos y las patadas, el ambiente de fuerte tensión en que casi con toda seguridad se desenvolverán buena parte de los momentos ‘constituyentes’ (¡vaya paradoja!). Y eso, a Jadue, no solo le quitará protagonismo, sino que lo obligará a pronunciarse sobre el clima de beligerancia. ¿Lo aprueba o lo rechaza?

Finalmente, flotará siempre en el ambiente la cuestión militar. Flotará, y aterrizará a veces, no porque las Fuerzas Armadas pongan el tema de su adecuada inserción en el nuevo ordenamiento constitucional, sino porque los propios comunistas no se aguantan y las atacan cada vez que pueden (Gutiérrez, Hertz, Jadue, etc.) Operan sobre el presupuesto de que Punta Peuco es suficiente anestesia para impedir toda presencia institucional armada en el proceso dramático que vive Chile. El PC cree tener hoy una correlación de fuerzas superior, basada en su eficaz hostigamiento comunicacional y judicial. Pero también saben los comunistas que si la violencia insurgente se instala en Chile, son otros quienes tienen el monopolio de las armas.