¿Qué les importa?

Cristóbal Aguilera | Sección: Política, Vida

El día de ayer, la Cámara de Diputados inició la discusión del proyecto que legaliza la eutanasia. Como era de esperar, la discusión fue, casi en su totalidad, un espectáculo vergonzoso. Con todo, es interesante detenerse en un argumento –si es posible llamarlo así– que ofrecieron ciertos sectores para apoyar la iniciativa.

Este argumento, que es una especie de cuestionamiento o interpelación retórica, puede formularse más o menos así: “¿Qué les importa que se legisle la eutanasia? ¿En qué les afecta?”.

El argumento es notable por varios motivos. Primero, porque no es propiamente un argumento. En realidad, es un modo bastante burdo de intentar esquivar la discusión, de taparse los oídos ante las razones, a fin de que prime sencillamente la mayoría circunstancial. Puede que el mejor modo de triunfar en una discusión sea deslegitimando la posición del adversario, que es justamente lo que se busca con este tipo de interpelaciones. Sin embargo, esto supone que el diálogo democrático es una farsa y que lo importante no es convencer o persuadir, sino imponer. En todo caso, esto nos permite entender el hecho de que quienes argumentan de este modo sean los mismos que solicitan una y otra vez –como ocurrió ayer– la clausura de los debates legislativos.

Hay también otro motivo por el cual este argumento es digno de ser considerado, y tiene que ver con el individualismo que lo inspira. Puede que, desde cierto punto de vista, la eutanasia efectivamente no afecte a los que votan en contra de su legitimación, como tampoco a quienes lo hacen a favor. Pero esto, al contrario de lo que sugiere el argumento, es algo deseable en las discusiones que se dan en el foro político. Uno espera, en efecto, que los parlamentarios se preocupen de los problemas sociales aun cuando la solución de estos no les incumbe directamente.

Pensar lo contrario no solo es olvidar de lo que se trata ser político (alguien cuyo trabajo consiste en preocuparse de los demás), sino que esconde un individualismo muy dañino. Paradójicamente, el mismo sector de izquierda que ha sido especialmente crítico del neoliberalismo es el que argumenta con mayor fuerza desde la lógica individualista.

Frente al cuestionamiento “¿qué les importa, en qué les afecta?” la reacción natural es “pero es que cómo no nos va a importar, cómo no nos va a afectar, ¡si hay personas de carne y hueso que sufren y a quienes les vamos a ofrecer la muerte como solución!”. Lógicamente, esta reacción solo es natural entre quienes comprenden que la sociedad es tal en la medida en que a sus integrantes les preocupa lo que ocurre más allá de su propio metro cuadrado.

La nueva izquierda, sin embargo, es incapaz de razonar en estos códigos; aquellos conglomerados que prometen renovación, nuevos tratos, superación de los paradigmas actuales, están capturados –sin saberlo– por la cultura individualista imperante. Por ello, no es extraño que juzguen como paternalistas o religiosos los argumentos en contra de la eutanasia que se fundan en una preocupación sincera por el otro. No logran ver que la eutanasia es una forma de abandono social frente a quien requiere de acompañamiento y consuelo. “¿Qué les importa?” es lo único que pueden decir, porque, en efecto, no les importa nada.

Nota: Este artículo fue publicado originalmente por El Líbero, el jueves 15 de abril del 2021.