A cuatro semanas de la elección para la Convención Constituyente, parece oportuno señalar unos pocos nombres que deben ser electos, para que pueda garantizarse una adecuada representación de nuestros principios, de nuestras ideas.

Si se revisa la lista completa de Vamos por Chile, destaca un grupo de ex parlamentarios que aportarían toda su experiencia y, en los casos que ahora se mencionan, su particular calidad humana.

En el distrito 7, Jorge Arancibia, antes senador; en el 11 Marcela Cubillos, en su época diputada y ministra; en el 22 Gonzalo Arenas, también antiguo representante en la Cámara baja; y el imprescindible retorno a la política de Rodrigo Álvarez, ex diputado y ex ministro, quien postulando por el 28, debiera convertirse, junto a Cubillos, en una de las 3 o 4 figuras más importantes de la Convención.

A continuación, hay que consignar a varios profesores universitarios que, expertos en derecho constitucional o en filosofía del derecho, podrán poner los fundamentos imprescindibles en un trabajo como el que los convocará. Es el caso de Constanza Hube por el distrito 11 y de Luis Alejandro Silva y Cristóbal Orrego, candidatos del Partido Republicano, por los distritos 13 y 14 respectivamente.

Otras figuras públicas de relevancia que harán aportes significativos por su experiencia y su fortaleza, serán Tere Marinovic por el distrito 10, (su votación debiera ser enorme) Carlos Martin por el distrito 4, y Francisco Moreno, por el 8, para que con él la familia de Jaime Guzmán vuelva a estar presente en un proceso constituyente.

Entre los candidatos más jóvenes, me han llamado la atención especialmente dos: Juan Pablo Rodríguez por el 7, y Jaime Flores por el 10. Desde muy jóvenes, siendo alumnos secundarios, orientaron sus vidas hacia el servicio público y el estudio, por lo que será muy importante contar con ellos en la Convención.

Seguramente hay muchos otros nombres de personas valiosas integrando la lista de Vamos por Chile; en muchos casos, son candidatos de regiones que obtendrán su elección gracias a un buen trabajo de base en sus ciudades. Con ellos habrá que contar, como disciplinada cohorte de promotores de un orden constitucional justo.

Quedan cuatro semanas.