El PC muestra su verdadera cara

Gonzalo Rojas S. | Sección: Política

Con pocas horas de diferencia, por una parte Hernández Norambuena, integrante del comando que asesinó a Jaime Guzmán, y, por otra, las Juventudes Comunistas, mostraron lo peor –lo habitual-  del modo en que desde esa ideología se abordan la vida y la muerte.

El ex frentista, condenado por sus gravísimos delitos, sostuvo que el crimen había sido una “operación justa desde el punto de vista ético”. Por su parte, las JJCC, al saber que José Antonio Kast había dado positivo, acotaron al tweet del líder Republicano: “¡Fuerza covid!”

Al unir a ambos políticos, causándoles o deseándoles la muerte, los comunistas no han hecho más que ratificar la que ha sido una de sus constantes a lo largo de su sanguinaria historia: como sólo es moral lo que sirve a la revolución, y como hay “enemigos del pueblo” que se oponen a ella, es una exigencia ética eliminarlos, incluso físicamente.

Sobre la habitualidad con que el comunismo ha practicado la violencia y la consiguiente supresión de los que considera sus enemigos, está todo dicho: hay estanterías completas en las bibliotecas y cientos de páginas web que dan cuenta de esa constante utilización del crimen. 

En la tarea política que se despliega hoy en Chile –formación de un Partido Republicano, disputas electorales consiguientes, influencia en amplios sectores sociales-  es clave tener muy presente esa dimensión, porque el PC está cada día más activo y más desfachatado.

Pero la tarea formativa es aún más fundamental. A pesar de todo lo publicado, en las generaciones más jóvenes hay mucha ignorancia sobre la naturaleza del marxismo y gran desconocimiento del enorme drama histórico que sus seguidores han causado, dividiendo a la humanidad y atacando sin límites a quienes consideran sus enemigos. Cerebros lavados, diría Hermógenes (recuerdo aquel alumno universitario, de cuarto año, que poco tiempo atrás me preguntó si habían sido los estadounidenses quienes habían levantado el Muro de Berlín: así lo tenía “entendido” él).

Hay que formar a nuestra gente joven en estos temas, hay que desplegar un esfuerzo cada día mayor. ¿Qué hay que enseñar, más y más (porque algo se hace ya)?

Teoría marxista básica, Teoría leninista básica, Revisionismo marxista contemporáneo (Gramsci, Althusser, Garaudy, Sartre, Marcuse, etc.), Historia de la Revolución y del régimen soviéticos (Stalin, Trotski), Historia del Comunismo internacional e Historia del Comunismo en Chile.

Sólo se puede ser anticomunista con un conocimiento bien fundado de su teoría y de su siniestra praxis. Y, entonces, al negar una negación, se consigue esa positividad a la que siempre hacía referencia Jaime Guzmán: menos por menos, da más.

Los comunistas no son nuestros enemigos, aunque ellos sí quieran vernos en esa condición. Son nuestros rivales, nuestros más difíciles rivales. Hay que conocerlos a fondo y no darles un centímetro. 

Dentro de pocos días difundiremos un informe detallado sobre los Objetivos, Estrategias e Instrumentos tácticos del PC chileno para el tiempo presente y los años por venir. Puede ser un buen punto de partida para interesarse más en su actividad e influencia.