Carabineros de Chile ha sido continuamente seleccionada por los chilenos como una de las mejores instituciones de nuestro país, muy por sobre la valoración que hacen del Ejecutivo y del Congreso.

Seleccionada constantemente como una de las mejores policías. Recientemente fue elegida la mejor policía de América Latina y la tercera mejor del mundo.

Presta servicios en ámbitos tan necesarios como la seguridad pública, vigilancia de fronteras, ayuda a la comunidad (como la atención de partos), ayuda en emergencias (como en incendios, inundaciones y terremotos).

Fieles a la Patria y a la ciudadanía hasta la muerte: innumerables casos de mártires defendiendo a inocentes.

Comparativamente con otras policías del mundo, nuestros Carabineros son extraordinariamente probos y honestos en su actuar, sin peticiones de coimas o robos. Los casos excepcionales son entregados a la justicia.

Se dice que se necesita una profunda reforma a Carabineros porque serían unos “violadores de derechos humanos”, pero muchos casos ante tribunales son sobreseídos por falta de pruebas, demostrándose las mentiras de sus acusadores. Además, frente a alrededor de 1.600 civiles lesionados desde el 18 de octubre de 2019, tenemos más de 5.000 Carabineros heridos. ¿Quiénes son los violadores de los derechos humanos?

Para el ejercicio de la función policial, los Estados deben garantizar condiciones básicas para el personal que cumple esta función. Las “Directrices para la Aplicación Efectiva del Código de Conducta para Funcionarios Encargados de Hacer Cumplir la Ley” de 1989, del Consejo Económico y Social de las Naciones Unidas, señalan que “se dará a todos los funcionarios encargados de hacer cumplir la ley (…) condiciones de trabajo adecuadas”. Esto se debe traducir, a lo menos, en la obligación de verificar que el personal que sale al servicio policial cuente con equipamiento suficiente y en buen estado de conservación. Los Carabineros también tienen derechos humanos. ¿Por qué se violan impunemente estos derechos humanos mínimos de los Carabineros?

Se dice que se necesita una reforma para adecuar Carabineros “a los tiempos”, haciéndola todavía más dependiente de civiles. Quienes dicen eso no saben interpretar la realidad: estamos en una época turbulenta, con estallidos violentistas, heridos y destrucción de propiedad pública y privada, quemas de iglesias y templos, guerrilleros en la macrozona sur, violación a la Constitución y las leyes, y ¡todo con total impunidad!… En otras palabras, “los tiempos” indican que hay que darle más fuerza a Carabineros, comenzando por devolverle sus facultades cercenadas para mantener el orden público.

Trágicamente, Carabineros parece enfrentarse a un dilema cada vez que sale a la calle a defender a la ciudadanía, sabiendo que no es descartable que por cumplir su deber terminarán finalmente muertos, heridos, sancionados o presos.

Es curioso, por decir lo menos, que la presión por reformar a las policías y quitarles facultades se esté dando no sólo en Chile, sino que en muchos otros países al mismo tiempo, como en Estados Unidos. En Chile las siglas en inglés que los violentistas usan para rayar y ensuciar paredes, son usadas por los violentistas de Estados Unidos… claramente probando que la reforma a los policías no es algo que se origine en nuestro país. ¿Por qué la ONU pide “rendición de cuentas” a Chile por supuestas violaciones a los derechos humanos por parte de Carabineros y no hace lo mismo con las flagrantes violaciones a los derechos humanos hechas por criminales y violentistas contra Carabineros? ¿Por qué se está debilitando a Carabineros, si el objetivo de Desarrollo Sostenible No. 16 de la ONU trata sobre la paz, justicia e instituciones fuertes o sólidas? ¿Por qué la ONU no pide la aplicación estricta de las “Directrices para la Aplicación Efectiva del Código de Conducta para Funcionarios Encargados de Hacer Cumplir la Ley” originadas por ella misma? ¿Por qué quieren destruir Carabineros de Chile, una joya institucional de prestigio mundial que le hace tanto bien al país? 

¡En estos momentos, Carabineros de Chile no necesita de reformas!

Nota: Este artículo fue publicado originalmente por El Mercurio, el domingo 20 de diciembre del 2020.