Feliz CovidNavidad

José Antonio Kast R. | Sección: Política

Este año, la Navidad de los chilenos será muy distinta a lo que nos habíamos acostumbrado en nuestras vidas. Si bien el 2019 ya fue irregular, producto del estallido de violencia y el grado de división entre los chilenos; el 2020 será aún más duro, por las medidas de restricción y distancia que se nos impone por la pandemia.

¿Cuarentena total? ¿Toque de queda? Los chilenos nos hemos ido acostumbrando este año a estas medidas de restricción, a veces exageradas o desproporcionadas, y a la falta de claridad en los fundamentos objetivos por lo que se toman estas decisiones. ¿Por qué es más seguro asistir a un plebiscito que a verse entre familiares guardando todas las medidas de seguridad y sanidad? ¿Por qué algunos pueden ir a marchar y otros no pueden ni siquiera ir al colegio? ¿Por qué es más seguro, según el Ministerio de Salud, viajar a Miami que salir a comer después de las 10 de la noche?

Soy de los que cree que, en general, el Gobierno ha tenido un manejo adecuado de la pandemia. Lamentablemente, eso sí, el aprendizaje de estos meses no ha podido reflejarse en las nuevas medidas que deben tomarse. Se siguen aplicando cuarentenas masivas a grandes grupos de la población. Se sigue impidiendo que millones de escolares vuelvan a los colegios. Los comercios y los restaurantes no pueden operar y son quienes más medidas de sanidad han establecido para retornar a la normalidad. Si donde más contagios se producen es en las reuniones familiares y los encuentros sociales, es ahí donde el Ministerio debe poner el acento y no en medidas radicales que afectan a millones de chilenos y que ponen en riesgo la economía de miles de emprendedores.

La medida más importante para enfrentar el coronavirus es la responsabilidad individual y cada persona, guardando distancia, usando mascarilla y aplicando el sentido común, es la que debiera preocuparse personal y comprometidamente de enfrentar un virus que ha hecho tanto daño. Sin duda, esta Navidad será muy distinta y muchos chilenos la pasarán distanciados de sus seres queridos, pero es un esfuerzo que todos tendremos que hacer para frenar el avance del virus y evitar más contagios. Para eso no necesito un decreto o una prohibición, sino que la voluntad de cuidarnos y cuidar a otros, con un compromiso individual y colectivo.

El Estado, lamentablemente, ha tomado demasiadas atribuciones y ha adoptado un tono paternalista para enfrentar la pandemia, cuando debiera enfocarse mucho más en la generación de información, campañas de concientización y abordar los problemas centrales de los contagios en esta pandemia. El virus no lo va a parar un funcionario estatal, sino el compromiso de cada ciudadano con su país, su familia y sus seres queridos.

Ojalá que la mayoría de los chilenos pueda tener una feliz Navidad y que la viva con los más cercanos, cuidándose y cuidando a los demás. El mejor regalo que podríamos tener, para poder dar vuelta a la página de este duro año, es una disminución de los contagios y un buen comienzo del año 2021.

¡Que tengan una Feliz Navidad!

Nota: Este artículo fue publicado originalmente por El Líbero, el martes 22 de diciembre del 2020.