Señales que dan las izquierdas

Gonzalo Rojas S. | Sección: Política

Las señales que las izquierdas le han dado al país sobre sus verdaderos propósitos son numerosas, incontrastables y graves.

Han promovido la violencia desde antes del 18 de octubre y la han acompañado con diseños de acción terminal: marzo, solo detenido por la pandemia, y octubre, en plena ejecución. Nunca la han condenado; siempre miran a La Araucanía como si fuera Vietnam del Sur.

Han inventado una supuesta aspiración constitucional del pueblo de Chile, cuando esa falsa demanda no ha sido más que un paso estratégico en su búsqueda del poder absoluto.

Han intentado demoler a Carabineros de Chile, desatando campañas comunicacionales sucesivas de desprestigio, desarme y reforma, coordinadas con el ataque sistemático a su personal en calles, cuarteles y caminos.

Han usado las acusaciones constitucionales (Chadwick, Presidente Piñera, Mañalich, Pérez) para minar el ánimo y las convicciones de quienes debieran gobernar haciendo uso de los proporcionados instrumentos represivos.

Han desprestigiado toda política de manejo de la pandemia, llegando al paroxismo de acusar a las autoridades de cuasi delitos de homicidio. No han trepidado, para lograr este deterioro, en la utilización del Colegio Médico y de los municipios comunistas.

Han vulnerado la Constitución, propiciando reformas que sólo Eduardo Novoa Monreal  -por cierto ahora, Fernando Atria-  podría haber imaginado con sus tristemente célebres resquicios legales.

Han anunciado que harán lo que les dé la gana si obtienen mayoría en una eventual Asamblea Constituyente. Messina nos previno sobre la asunción de una soberanía absoluta desde el primer día, sin respeto a ninguna norma previa, y ahora Winter, diputado frenteamplista, nos anuncia que deberán formar parte de la Asamblea diversas organizaciones sociales, obviamente controladas por las izquierdas

Han denigrado al Congreso con locas carreras, caceroleos y letreros que sólo insultan a quien los exhibe, convencidos de que esa institución burguesa, mientras más desprestigiada, mejor, para instalar una futura Asamblea Única del Pueblo.

Han faltado a la probidad más elemental, en lugares decisivos como Valparaíso, donde el alcalde Sharp enfrenta, uno tras otro, escándalos por pitutos y por millones.

Y a pesar de todo esto, y de todo aquello otro que quizás olvido y usted pudiera recordar, hay papanatas en la derecha que quieren darle a las izquierdas la posibilidad de hacer una nueva Constitución.