Netflix y su promoción de propaganda

Magdalena Moncada | Sección: Educación, Familia, Sociedad

Netflix causó revuelo esta semana al anunciar el lanzamiento de la película Cuties para el 9 de septiembre; la plataforma describió la película de la siguiente manera: “Amy tiene once y quiere pertenecer a un grupo de chicas de su edad que bailan sensualmente, entonces empieza a explorar la feminidad y desafiar a su familia religiosa”. Entonces surgió la protesta pública tanto de sectores conservadores de la sociedad como del lado feminista.

El feminismo muestra entonces una posición muy clara: junto con el apoyo de la liberación del cuerpo; la no cosificación; la impudicia pública; e incluso en algunos casos, el fin del amor romántico monogámico heterosexual; ahora surge fuertemente la crítica a la erotización de niñas, concordante con su rechazo a la sexualización del cuerpo femenino.

Se ve entonces el problema que deberá enfrentar la izquierda política: la contradicción entre la protesta frente a la erotización de los menores y la educación sexual de menores en los colegios. No se puede pretender impulsar el aumento del conocimiento sexual de los menores sin que aquello repercuta no sólo en la edad de inicio de la actividad sexual, sino que también, que esto se manifieste en el comportamiento de los menores, y esto luego en la televisión.

Es claro que el cine es sólo otro motor ideológico cultural que busca proponer nuevas formas de sociedad, o reflejar una determinada. Y en el caso de la película Cuties pareciese ser que nos encontramos frente a ambas: tanto una búsqueda por impulsar la sexualización de los menores, como a su vez plasmar la efectiva sexualización creciente de los mismos; ello producto de muchos factores del mundo moderno, siendo uno de los más importantes, la temprana y -muchas veces- desviada educación sexual.

Así, las pretensiones de autonomía progresiva de los menores de edad, argumentando que los niños pueden tener mayor libertad respecto de sus padres en ciertos ámbitos, incluyendo -evidentemente- el aparente derecho de los niños a tener una educación sexual temprana; se enfrenta a la protesta respecto de una niña que explora justamente la sensualidad. Aquella hipocresía no es tolerable.

Pero esta no es la primera vez que Netflix produce escándalo por sus series y películas, ya habían emitido la serie Mesías, una serie sobre un profeta que imitaba claramente a Cristo, pero ambientada en el mundo contemporáneo; junto con ello, la película La Primera Tentación de Cristo recibió 2 millones de peticiones para que se retirase por mostrar a Cristo como homosexual y además pretender ser lanzada en Navidad.

En cuanto al travestismo y lo queer, Netflix tiene en su plataforma las series y películas: Queer Eye; RuPaul’s Drag Race (la cual tiene 4 secuencias: All Stars, Celebrity Drag Race, Untucked y Holi-Saly Spectacular); Disclosure: Ser Trans más allá de la Pantalla; AJ and the Queen; Super Drags (animada); y en cuanto a películas y series de temática homosexual es difícil nombrarlas todas justamente por la abundancia, pero alguna de las series que han ganado bastante notoriedad, y que están dirigidas al público adolescente son: Élite; 13 Reasons Why y Sex Education.

La película Cuties, a pesar de ser rechazada por una amplia mayoría con el argumento de ser una película que impulsa la pedofilia, lo cierto es que esta película está más bien dirigida la sexualización de menores. Pero respecto a la pedofilia en sí, el cine ha expuesto reiteradamente películas de dicha temática, el 2017 la película Call Me by Your Name ganó un Oscar, la cual narra la historia de amor entre dos homosexuales, uno de los cuales es menor de edad.

Junto con ello, el 2018, la plataforma Ted lanzó una charla que se llama Why our Perception of Pedophilia Has to Change (Por Qué Nuestra Percepción de la Pedofilia Debe Cambiar), charla que fue removida de la plataforma Ted porque se encuentra en revisión, pero que sigue disponible en youtube, y que busca normalizar la inclinación pedófila; a su vez la charla Ted Let’s be Mature About Pedophilia (Seamos Maduros Sobre la Pedofilia) busca también normalizar estas inclinaciones “afectivas” hacia menores. Toda esta promoción de la pedofilia debiese ser categóricamente rechazada, junto con todas las películas que sexualicen a menores de edad, si no ¿por qué el asco respecto de algunas y no de otras?

Así, pareciese ser evidente que la propulsión de la autonomía progresiva, la que incluye la educación sexual de menores, se enfrenta a la hipocresía de criticar furiosamente las películas que erotizan a los niños; pues eso mismo que se muestra en la película, se enseña en las salas de clases. De tal manera, cualquier persona que busque detener esta creciente corrupción de menores, debiese a su vez defender el fin de la promoción de la sexualización de menores en toda la sociedad, incluyendo los colegios, además de la pantalla.

Nota: Este artículo fue publicado originalmente por  Actuall, el viernes 28 de agosto de 2020.