Camioncito y carretela
Rafael Rosende | Sección: Política
Antes de la era del plástico entre los juguetes de los niños existían unos camioncitos de metal que tenían lengüetas para armarlos. A los niños les gustaba jugar no sólo con el camioncito armado, sino también desarmarlo entero e intentar armarlo nuevamente. Solía ocurrir que cuando lo rearmaban les sobraban piezas, pero los más hábiles y observadores lograban que el camioncito anduviera igual. Eran los que entendían que lo importante eran el eje y las ruedas.
En el caso del país, el andar del camión que llevábamos se fue ralentando tras el estallido y la pandemia hasta quedar avanzando a ritmo de carretela. Los disconformes con lo avanzado por el camión, en lugar de desarmarlo cuidando el eje y las ruedas, tienen dos ideas: partir quemándolo y cambiarlo por una carreta -reinventando la rueda, por así decirlo- poniendo la carreta delante -la constituyente- antes de las otras elecciones del año entrante.
No sería raro que terminemos quemando la misma carreta para hacer un asado con el buey.