Para divulgar bien

Gonzalo Rojas S. | Sección: Política

Al terminar una reciente exposición por zoom sobre La Rueda Roja, de Aleksandr Solzhenitsyn, uno de los asistentes consultaba: ¿Cómo difundir mejor por las redes todo lo bueno que se produce, para que logremos reforzar convicciones y convencer a indecisos?

Dos son los problemas que se enfrentan al buscar respuesta a esta pregunta.

Por una parte, la tendencia que todos tenemos a comunicar lo que nos parece adecuado sólo al grupo de quienes ya piensan como nosotros y, segundo, el enorme volumen de lo que está disponible para divulgación.

Para superar el primer defecto, valen estas recomendaciones:

a. Revisar todas las listas de personas que se encuentran en nuestros segundos y terceros grupos de relaciones (parientes lejanos, ex compañeros de estudio o de trabajo, antiguos jefes, clientes, proveedores o subordinados con los que ya no mantenemos ese vínculo, ex alumnos, vecinos de otras épocas, etc.). Esos nombres y sus datos de contacto suelen estar entre nuestros viejos papeles o en nuestros computadores. Simplemente hay que dedicar tiempo a encontrarlos.

b. Armar grupos de personas a partir de las listas anteriores. Estos “paquetes” se pueden organizar por edades, o por profesiones, o por orientaciones doctrinarias, o por o intereses de nuestros eventuales destinatarios.

c. Enviar a cada uno de esos grupos, respetuosamente, la información previamente seleccionada, comentando nuestro propósito y manifestando nuestra apertura a la conversación, incluso a la sana polémica.

d. Explicar muy brevemente -2 a 3 líneas- cada documento enviado. 

e. Pedir que, si les parece valioso, lo comenten, lo difundan entre otras personas o nos manden más nombres de interesados.

Y, para enfrentar la segunda dificultad, hay que ir acumulando durante la semana el material que consideremos valioso, hacer una revisión en día fijo, y decidir entonces qué se envía a cada grupo.

a. Videos cortos o al menos el link al respectivo archivo de Youtube.

b. Links a artículos de distintas páginas web (Vivachile.org debiera expandir su influencia por esta vía).

c. Textos breves completos, de máximo tres páginas.

d. Fotografías genuinas con una breve explicación.

Tres consideraciones finales.

Todo lo anterior puede implicar al menos una media hora diaria; debe hacerse con regularidad semanal para que los receptores se acostumbren al contacto; y los envíos deben contener entre 2 y 3 documentos máximo: aunque estemos en cuarentenas, estamos en Chile…