¿Hasta cuándo?

Juan Pablo Swett | Sección: Política

La violencia en la macrozona sur de Chile se instaló hace ya varios años, golpeando a miles de compatriotas que diariamente ven vulnerados sus derechos al verse impedidos de trabajar y vivir en paz. La Araucanía -y otras regiones vecinas- han sido víctimas de violentos ataques incendiarios contra camioneros, escuelas, iglesias, sedes sociales y maquinarias de pequeños contratistas forestales, generando profundo temor en trabajadores y familias.

Eso se llama terrorismo, con todas sus letras, y no debemos temer en decirlo. Hace pocos días circuló en redes sociales la historia de un pequeño empresario de Collipulli, Don Juan Navarrete, quien a través de una sentida carta narraba que no podría seguir operando por la situación que se vive en la zona.

A diario en los chats de dirigentes gremiales de todo Chile se repite la frase “hasta cuándo”. Esa es la gran pregunta ¿Hasta cuándo permitimos que unos pocos atemoricen a la mayoría? ¿Hasta cuándo permitimos la destrucción de la propiedad privada y los emprendimientos de miles de chilenos? ¿Hasta cuándo se valida la violencia en ciudades y zonas rurales? ¿Hasta cuándo se expone la vida de civiles inocentes? ¿Hasta cuándo permitiremos que los chilenos vivan sin Estado de Derecho?

No es entendible la desatención de las autoridades frente a este problema. Parece que es más fácil mirar al lado para no tomar ese fierro caliente, que quema fuerte. Falta valentía y decisión para abordar la violencia y el terrorismo. Esa es hoy la gran pandemia de Chile.

Sin un proceso de paz profundo, miles de chilenos seguirán siendo víctimas silenciosas del terrorismo más cruel. Y no sólo eso: sin paz no hay proceso de reactivación económica posible. Los emprendedores ya no piden créditos porque temen que regrese la violencia a las calles y no puedan pagarlos. La desesperanza es total.

Es trascendental que los gremios, grandes y chicos, se cuadren ante esta causa. Los parlamentarios deben hacer lo propio condenando abierta y públicamente a quienes perpetran los hechos. No hacerlo, significa apoyar al terrorismo, no hay doble lectura.

Desde la Multigremial Nacional estamos impulsando la conformación de una mesa político-gremial transversal y permanente, con senadores, diputados, dirigentes gremiales y expertos para abordar la delincuencia, la violencia y los actos de carácter terrorista. Necesitamos el apoyo de todos para que se haga realidad.

Es momento de trabajar unidos y con valentía, dejando atrás lo que no se hizo bien en el pasado y con una mirada de futuro. No es justo que millones de compatriotas vean destruidos sus sueños y menos que vivan con miedo por su seguridad y la de sus familias. No es justo.

Nota: Este artículo fue publicado originalmente por El Líbero, el martes 14 de julio del 2020.