Los abortistas utilizan a pequeños grupos de jueces

José Ángel Gutiérrez | Sección: Vida

Comenzamos esta crónica semanal de Hispanoamérica -en la que hacemos especial énfasis en la defensa de la vida, la familia y la libertad- destacando la investigación de una profesora de derecho y máster por la Universidad de Harvard, Ligia Castaldi, donde realiza un análisis provida de las leyes sobre aborto y los derechos prenatales en Iberoamérica y el Caribe.

Castaldi resaltó que Iberoamérica tiene una “larga tradición jurídica de protección a la vida de la persona por nacer” gracias a la influencia de la fe católica que defiende el respeto a la dignidad humana. Nuestra fe es la base del respeto “por la dignidad humana en todas sus etapas de desarrollo, no importa cuál sea su capacidad física e intelectual”, recogió Aciprensa.

Sin embargo, explicó que a pesar de esta fuerte convicción, el aborto ha tenido un progresivo ingreso en la sociedad iberoamericana, donde generalmente los estados lo permiten por uno o dos causales, como en caso de riesgo para la vida de la madre y la concepción a causa de violación. “Es más fácil obtener consenso entre un grupo pequeño de nueve jueces o siete jueces”, agregó 

Por otro lado, la profesora advirtió que es bastante común que los grupos que promueven el aborto usen los medios judiciales en vez de los ejecutivos para aprobar leyes a su favor. “Generalmente es muy difícil obtener el apoyo de la población y de los legisladores para autorizar una práctica que obviamente destruye a un niño por nacer”, señaló. “Es más fácil obtener consenso entre un grupo pequeño de nueve jueces o siete jueces”, agregó.

Castaldi resaltó que actualmente se busca hacer la misma estrategia con la Corte Interamericana, y puso como ejemplo el caso de Artavia Murillo, quien logró que la Corte ordenase legalizar la fecundación in vitro en Costa Rica.

La Corte ordenó legalizar la fecundación in vitro a Costa Rica, a pesar de que esa técnica se relaciona con la muerte deliberada e intencional de varios embriones humanos que se sacrifican para lograr un embarazo”, señaló.

Finalmente, indicó que el aborto es un tema de debate cada vez más tocado en Iberoamérica, al cual no se le debe dar espacio, dado que la distorsión del derecho a la vida es “la puerta de entrada para la relativización de otros derechos”. “Si se relativiza el derecho a la vida y llegamos a la conclusión que el niño por nacer no merece protección legal, pues entonces se abre la puerta para relativizar cualquier otro derecho humano”, concluyó.

Nota: Este artículo fue publicado originalmente por  Hispanidad, el sábado 13 de junio del 2020.