El día lunes 13 de abril, presenciamos como país uno de los actos terroristas más graves en los últimos meses, que aparentemente pasó desapercibido: un carro bomba explotó en Lleu Lleu, provocando el despliegue de Fuerzas Especiales, y cerca de 100 personas armadas con escopetas cortaron caminos en Tirúa, exigiendo el pago ilegítimo de peajes. Junto con ello, se expuso un lienzo con la frase: “Cuídate Yanacona, bala y fuego”.

Al día siguiente, la Resistencia Mapuche Lavkenche se adjudicó el ataque, en un comunicado ellos señalaron: “reivindicamos la acción armada realizada este lunes 13 de abril en el sector de Lleu Lleu en contra de efectivos policiales al servicio de empresas forestales usurpadoras de nuestro territorio ancestral; con este acto damos un paso firme hacia la unidad de la resistencia mapuche en la zona Lavkenche y reafirmamos nuestro compromiso irrestricto de expulsar de nuestro territorio a las empresas forestales y cualquier otra expresión capitalista que atenten contra la vida mapuche y de los pueblos”.  El comunicado concluye señalando: “Por estos hechos es que como Resistencia Mapuche Lavkenche reivindicamos las armas y el derecho a la autodefensa y asumimos la obligación de expulsar, de forma definitiva, a las empresas forestales y sus lacayos de nuestro territorio (…) por territorio y autonomía, libertad a los presos políticos mapuche”. Es debido al acto terrorista cometido, que el Subsecretario del Interior, confirmó que presentarán una querella invocando la Ley Antiterrorista por uso de artefactos explosivos y homicidio frustrado de personal policial.

Esto nos demuestra que el coronavirus no es la única crisis que enfrentamos y que debemos seguir enfrentando a futuro, ni tampoco es el único enemigo violento que como país tenemos; así como se buscan evitar muertes en los hospitales, así también debiese hacerse en la Araucanía, región que se ha visto envuelta en el terror de una pandemia y en el terror que estos grupos provocan.

Así también, cabe hacer notar que el covid19 no ha paralizado a todo el país, sino que la fuerza revolucionaria sigue activa e igual de amenazante para la soberanía del país, a como lo fue en octubre del año pasado.