Algunas conclusiones a mitad de camino

Gonzalo Rojas S. | Sección: Política, Sociedad

1. Sí, la primera es justamente ésa: que estamos recién transitando la primera parte de esta tortuosa senda iniciada el 18 de octubre pasado. Sólo han cambiado algunas de las señales en la ruta, pero los enemigos de la libertad tienen perfectamente claro que no se les ha clausurado el camino para llevarnos al despeñadero. Los meses próximos seguramente nos proporcionarán muchas más inquietudes y penas, que seguridades y alegrías.

2. En el Gobierno ya no hay derechistas. Ni los ministros que convencieron al Presidente Piñera que el camino era la rendición, ni los presidentes de los partidos, ni los parlamentarios de Chile Vamos -en su mayoría-  han sido capaces de defender un programa, una Constitución, unos principios, una historia, un sentido de la prudencia política. 

3. La ideología de los derechos humanos se ha difundido de modo tan arrollador por los medios de comunicación, apoyándose en la presión de las izquierdas, en sentencias de las Cortes de Apelaciones, en la ambigüedad del Gobierno, en declaraciones de autoridades morales, que ha dejado totalmente paralizada a la fuerza disuasiva del Estado, es decir, en la más completa indefensión a los ciudadanos que deben ser protegidos por aquélla.

4. Es urgente desarrollar al detalle las tesis que Álvaro Paúl insinuara sobre los derechos humanos en casos de agresión al orden público y de ataque a la policía; es decisivo, también, apoyarse en lo explicado por Hernán Corral sobre la universalidad de esos derechos, con independencia de quién sea el eventual violador. Sin una doctrina sólida que pueda ser defendida públicamente, la derrota semántica está asegurada.

5. Debe organizarse con entusiasmo y convicción la campaña del “Rechazo” a la pregunta 1 y del “Nulo” en la pregunta 2. Si se llega a concretar el plebiscito de abril, dicha consulta será fruto de un golpe de estado programado, coordinado y desplegado por el Partido Comunista, con plena conciencia del papel que iban a jugar en el desarrollo de los hechos, desde el 18 de octubre pasado, los frenteamplistas, los anarquistas y los delincuentes comunes. Ninguna consulta puede ser legítima si emana de una presión violenta.

6. El Frente Amplio ha dejado de existir como coalición política. En buena hora. Pero, tal como lo anunciamos en numerosas oportunidades, la mala noticia consiste en que sus sectores más radicalizados funcionarán ahora al unísono con el PC, dándole cobertura. Dentro de poco, eso sí y tal como sucedió con la ex diputada del PRO, Marisela Santibáñez, algunos de los parlamentarios de los grupos menores del FA se incorporarán al PC, aumentando así su bancada.

7. La UDI y RN han puesto en riesgo la adhesión de gran parte de sus electores, quienes han visto cómo sus respectivos presidentes firmaban la rendición. Los militantes recién refichados no abandonarán masivamente esos dos partidos, pero gran parte de su electorado sí se volcará al “Rechazo”, bajo el liderazgo de José A. Kast y del Partido Republicano. Por cierto, para la UDI la situación se parecerá a una cuasi división: Lavín y Bellolio aprobando, Van Rysselbergue, rechazando.

8. El Gobierno de Sebastián Piñera intentará sostenerse, buscará convencer a los chilenos de que logra soluciones, seguirá dialogando para que pasen los meses, elaborará programas comunicacionales para mejorar su imagen  -total, si se va a gastar una millonada en el proceso constituyente, mejoremos un poco la fachada-  pero ya ha quedado prisionero de su ambigüedad, de su debilidad y de su ineficiencia.