Abogados en dos años

Gonzalo Rojas S. | Sección: Educación, Política, Sociedad

Aunque no sabemos con qué porcentaje a favor de la moción, los alumnos de la Facultad de Derecho de la Universidad de Chile han aprobado nuevos estatutos para su Centro de estudiantes, determinando que uno de los principios y objetivos de esa entidad es «en el largo plazo, aportar a una sociedad anticapitalista, antiespecista y antiimperialista«.

Como los alumnos universitarios cada día votan menos,  -ha habido elecciones recientes en que no se ha cumplido ni siquiera con el quorum mínimo bajísimo, como en la última votación para directiva de la FECH-  no tenemos ni idea de cuántas personas aprobaron tamaña lindura, dentro del universo del alumnado. (Esa información suele no darse: dos semanas atrás le consulté a la entonces presidenta de Derecho de la PUC sobre el porcentaje de alumnos que había votado a favor de parar o movilizarse en apoyo a la detención del cambio climático y, por supuesto, no hubo repuesta. Y no la habrá, porque dejó el cargo y la lista que quería continuar su gestión fue derrotada).

Pero en fin, volvamos al punto de fondo.

Traduzcamos la encantadora definición que el grupete de iconoclastas ha logrado imponer a sus compañeros: El Centro de Alumnos de Derecho de la U. de Chile será ahora, por definición contrario a la explotación de la naturaleza (no al extractivismo, típico del capitalismo), contrario a toda relación con las especies no humanas que no se dé en un plano de igualdad y, por supuesto, contrario a todos los vínculos entre Estados y con los emprendimientos extranjeros, propios de una sociedad globalizada.

Simpático.

Vamos viendo cuáles son las asignaturas contra las que el Centro de alumnos de Derecho tendrá que luchar en su actual curriculum, para que sus nobles ideales ecologistas, animalistas e indigenistas puedan concretarse.

Casi todo el Derecho civil, en especial Bienes y contratos. Obviamente, bórrese todo el Derecho Comercial. Fuera el Derecho Minero y el de Aguas (instrumentos perversos del extractivismo). Al Constitucional y al Administrativo, pódesele toda referencia a la economía y al Estado nacional.

Por supuesto, redúzcase el Procesal a lo meramente penal y referido sólo a los delitos contras las personas (y sólo contra los ya nacidos, obviamente). La protección del patrimonio por medio de acciones judiciales es capitalista.

Fuera también el Internacional Privado y el internacional Público, fórmulas de enriquecimiento de los poderosos.

¿Y el Derecho del Trabajo? No será necesario, porque no habrá ya más empresarios ni patrones ni empleados ni obreros. Sí, ya lo anunció Marx: todos reintegrados en la naturaleza.

Qué rico. El curriculum quedara en un año y medio más o menos. Estará integrado por Derechos Humanos I, II, III y siguientes, y por Derechos Sociales I, II, III y siguientes. Y serán todos, bien rápido y de todas maneras, abogados de la Chile.