Sexualidad, parte de la educación integral

Raúl Madrid | Sección: Educación, Sociedad

En carta de ayer, un grupo de personas, con objeto de criticar el proyecto de ley que amplía el ámbito de la Ley N°20.418 (2010), que fija normas sobre información, orientación y prestaciones en materia de regulación de la fertilidad, sostiene que “la sexualidad es parte de una educación integral”.

No puedo estar más de acuerdo con esta conclusión: una sexualidad sana, digna y respetuosa del ser humano debe comunicarse en el contexto integral de virtudes tales como la prudencia (para decidir lo correcto), la justicia (para dar al otro lo que le corresponde) o la templanza (para vivir esa sexualidad al modo humano). Por ello, debería enseñarse a todos los seres humanos, desde niños, lo que es el pudor, la vergüenza, la castidad, y todos aquellos instrumentos morales destinados a que el sexo tenga en la vida de las personas el lugar que le corresponde, ni más ni menos: proyectar nuestra especie hacia el futuro, a través de la unión permanente y amorosa de los padres, mediante la donación de la vida en común.

Nota: Este artículo fue publicado originalmente por El Mercurio el lunes 15 de julio de 2019.